En plena pandemia de Covid-19 y virtualmente sin turistas en Barcelona, no son muchos los hoteles que permanecen abiertos y los pocos que hay tienen precios muy competitivos en relación a lo que normalmente suelen costar.
Mitad porque tenía un compromiso temprano en el centro y mitad porque necesitaba mimarme un poco decidí pasar la noche en en hotel Arts, indiscutiblemente uno de los mejores cinco estrellas de la ciudad, que además no visitaba desde hace al menos seis o siete años.
Hotel Arts Barcelona
El Arts ocupa un edificio emblemático de Barcelona. Sospecho que toda persona que haya visitado la ciudad reconocerá estas dos torres justo en la entrada del Port Olímpic.
La de la izquierda es el Hotel Arts, y la de la derecha la torre Mapfre, ambas tienen exactamente la misma altura y son los edificios más altos de Barcelona.
El acceso al hotel se encuentra justo al lado del casino de Barcelona.
Allí hay apenas un recibidor, desde donde subes en ascensor hasta la primera planta donde se encuentra la recepción.
Apenas sales del ascensor das de cara con el centro del lobby.
Sobre la izquierda se encuentra la recepción, y en cada counter hay un panel de metacrilato como medida de prevención.
Hay uno exclusivo para miembros Bonvoy del programa Marriott.
No había nadie más que yo en recepción, así que en pocos minutos ya había realizado el check in a mi Deluxe Sea View Room.
Como miembro elite del programa Bonvoy recibí un kit de bienvenida con una mascarilla y dos toallitas desinfectantes.
Antes era una cesta de frutas o una botella de champagne… como han cambiado los tiempos.
El lobby estaba desierto, luego comprendí que éramos poquísimas las personas alojadas en la propiedad.
Bares, restaurantes y exteriores
En un extremo del salón se encuentra el P41 Bar & Coctelarium, un bar precioso con un ambiente muy íntimo que posee una selección sorprendente de bebidas, particularmente whiskys.
Está dividido en dos ambientes, uno en donde está la barra principal y un segundo con varias mesas y sofás, además de una TV donde proyectan deportes.
En el otro extremo del lobby se encuentra el Bites, un pequeño restaurante/café con un ambiente mucho más casual pero también logradísimo.
Aquí es exactamente donde tomé mis espresos durante mi estadía.
Actualmente todos los bares y restaurantes de barcelona están cerrados excepto aquellos dentro de los hoteles y para uso exclusivo de los huéspedes, así que fue una bendición.
Al tercer espresso ya me adueñé de la barra, total estaba solo! Miren lo que es esta hermosura de cafetera.
Tanto el P41 como el Bites dan a una terraza exterior conectada con el jardín, en donde también hay mesas para sentarse.
Literalmente estás debajo de la cola del Peix d’or, la monumental escultura de Frank Gehry que está justo delante del hotel.
Desde el jacuzzi al aire libre se puede apreciar mejor 😉
O desde la infinity pool.
Este es el lugar indicado para disfrutar de los atardeceres.
Hay una segunda piscina justo frente al puerto, al lado del restaurante Marina en la primer entreplanta.
Adivinen si hice la siesta…
La Habitación
Me alojé en el piso 26, concretamente en la habitación 2614, que está en un ángulo con vista al mar y a la ciudad.
Tanto los ascensores como los pasillos y zonas comunes están impecables. Parece increíble que esta propiedad tenga ya 26 años, que no aparenta en absoluto.
Me gusta que en la puerta de mi habitación ya esté colgado el cartel de No Molestar desde antes de que llegue, casi como si me conocieran.
La habitación es preciosa, amplia y con muchísima luz.
Tiene ese lujo discreto, sin estridencias, en algún punto me hace acordar a los Hyatt.
Ah, y unas vistas…
Im-pre-sio-nan-tes.
Hay dos sofás junto a la ventana, uno de ellos chaise longue y al lado un escritorio.
Delante de la cama una enorme TV de pantalla plana con sistema de sonido surround.
El escritorio perfecto, de gran tamaño, con un sofá muy cómodo y luz infinita.
Debajo de la TV había una cafetera de cápsulas y una bolsa cerrada a su lado.
Hice el unpackaging en mis historias de Instagram, pero les muestro lo que había dentro.
La presentación dentro de una bolsa tiene que ver con los protocolos del hotel relativos a la prevención frente al coronavirus.
Por el mismo motivo el mando de la TV está dentro de una bolsa plástica.
Esto concretamente es el sueño de mi vida, lamento que tenga que aplicarse por causa de una pandemia global.
Se puede lograr un resultado similar con papel film (que por supuesto todos llevamos en nuestra maleta)
Como última medida anti Covid no hay artículos en el frigobar. Esto sí que duele un poco, pero tiene toda la lógica.
Entre los amenities hay batas y pantuflas.
Que se encuentran en uno de los armarios de la entrada junto con la plancha y la tabla de planchado.
En el lado opuesto del pasillo está la entrada al baño, enorme, lindo y comodísimo.
Del lado izquierdo se encuentra la bañera.
En donde había dispuestas toallas y artículos de higiene personal.
A la derecha hay dos puertas. Una te conduce a un cuarto con inodoro, bidet y balanza (?)
El otro a la ducha, maravillosa, incluso con chorros desde el costado y una superficie para sentarse. Mi ducha favorita ever.
Todos los productos de higiene y tocador son de la marca inglesa Asprey.
Y están distribuidos por todos lados.
Un comentario aparte de las vistas de noche…
Comida y Desayuno
Bajé a cenar en el P41 que tiene una carta limitada, digamos de bar de lobby. Terminé eligiendo una hamburguesa con patatas fritas que no estaba mal.
Al día siguiente almorcé en el Bites una enorme ración de jamón ibérico con pa amb tomàquet excelente!
El desayuno se toma en el Lokal. Normalmente es un enorme buffet en medio del salón, pero también por las medidas Covid eso no existe más de momento.
Hay un sector en donde puedes seleccionar platos frios como quesos, frutas, etc que vienen ya servidos y sellados.
Y luego puedes solicitar a la carta platos calientes como huevos revueltos, pancakes, etc.
Perdón por lo porno y desprolijo de la foto, pero olvidé hacerla antes de hincarle el diente.
Antes de terminar, como cábala a la que no puedo renunciar, les dejo la foto característica de todas mis reseñas de hoteles alrededor del mundo titulada the day after, o favela chique.
Lamentablemente no pude disfrutar del spa ya que actualmente se encuentra cerrado.
Conclusión:
Me encanta el hotel Arts, y diría que en el tope de gama es el que más me gusta de Barcelona. Compite con otro puñado de propiedades espectaculares, pero la que no es demasiado clásica es demasiado moderna, o demasiado «new rich».
Creo que el Arts ofrece el lujo sobrio, sin ostentación, de un auténtico 5 estrellas urbano de nivel internacional.
La única pega en relación al resto es su ubicación. El Puerto Olímpico ya pasó su momento de gloria y actualmente es un parque de diversiones para turistas borrachos. En cualquier caso, hay una estacion de metro cercana y un taxi te deja en 5 minutos en el centro de la ciudad.
Pagué 179€ por noche a través de la agencia de viajes de American Expresss, aunque podía conseguirlo directamente en la web de Marriott por 150€.
Elegí pagar la diferencia de precio porque uno de los mejores beneficios de la Amex Platinum es el programa Fine Hotels & Resorts, que me ofrecía el check out a las 16hs, upgrade de habitación y un crédito de 85€ para gastar en comidas y bebidas dentro de la propiedad.
Con todos los bares y restaurantes de Barcelona cerrados, era una oferta irresistible. Y abiertos también.
Visitaron el Arts? Que les pareció?
4 comentarios
«Se puede lograr un resultado similar con papel film (que por supuesto todos llevamos en nuestra maleta)»…yo soy más de llevar un Sanytol para limpiar toda superficie de contacto después de entrar para luego impedir la entrada al servicio de limpieza en toda la estadía.
Por cierto, la estatua de Gerhy desde el jardín es una de las mejores vistas.
Como todo buen viajero que se precie. Hay gente que descubrió los virus en 2020! :p
Abrazo Robert
Si me dicen que tengo que dormir en la bañadera, está bien…. 😀
Muy bueno!!!
Me hizo acordar mucho al AC Marriot de Niza. (eran otros tiempos)
Con una almohadita cómoda va…. hemos dormido en cada lugar!
Timpos que volverán.
Besos Gime!