Aterricé en Buenos Aires, mi querida Baires, una calurosísima mañana de Noviembre.

Había muy poca gente en migraciones por la disminución de frecuencias de vuelo causadas por la pandemia, así que pronto me encontraba en una combi rumbo a uno de mis hoteles favoritos de la ciudad, el Home Hotel.

HOME HOTEL BUENOS AIRES

El Home se encuentra ubicado en mi barrio favorito de Buenos Aires, hoy conocido como Palermo Hollywood, aunque para cualquier porteño de ley seguirá siendo siempre Palermo Viejo.

El lobby del hotel es un excelente resumen de lo que luego encontrarás en el resto de la propiedad.

Un espacio estupendo cuidado al mínimo detalle, con una atmósfera muy íntima y una decoración fabulosa en donde conviven lo contemporáneo y lo vintage con absoluta armonía.

Mi rincón favorito del hotel es el jardín, ubicado en la parte posterior en donde se encuentran la piscina y el bar.

De una exuberancia total, una vez que ingresas allí no se oye el menor ruido ni se ve un edificio.

Bien podrías estar en medio del campo y no en pleno corazón de Palermo.

La habitación

Me alojé justamente en la Pool Side Suite, una habitación preciosa y amplia con entrada privada directamente desde la piscina.

Como comenté al inicio del post, una vez más la fusión entre lo contemporáneo y lo vintage confluyen en una combinación explosiva.

La lámpara de arco junto a los sofás me vuela la cabeza.

Ni hablemos del escritorio original de George Nelson o el empapelado francés de… 1926!!! La habitación es una pieza de arte.

La internet es gratuita y de alta velocidad.

El baño es espacioso, moderno, con casi toda su superficie de cemento alisado.

Tiene varios amenities, tanto en el lavamanos como en la bañera.

Fuera hay un deck con una chimenea, una mesa con un par de sillas y dos reposeras para tomar el sol.

Hay un calentador de agua y varios tipos de infusión de cortesía.

La habitación dispone de batas y pantuflas, algo que para mi es clave si voy a pasar mucho tiempo en ella.

De hecho pasé prácticamente toda mi estadía entre el deck de mi habitación y el jardín.

Mi actividad favorita, disfrutar de la puesta de sol debajo de este cerezo que, curiosamente, estaba totalmente florecido en esta época del año.

El Desayuno

Noviembre es un mes cálido en la ciudad, así que el desayuno lo sirven en torno a la piscina.

No se me ocurre mejor manera de empezar el día.

Diariamente hay tres o cuatro opciones de desayuno, no es buffet sino que te sientas y te sirven las camareras según tu elección.

Como saben ya quienes me leen habitualmente, suelo desayunar muy continental.

Lo escencial para mi es un espresso, pan tostado, algún dulce, frutas, yogurt y zumo de naranja.

Las otras opciones incluyen platos calientes y alternativas más cercanas a un brunch (por lo que el restaurante del hotel es famoso)

Antes de hacer el check out, como es costumbre en este blog, la foto del día después. Favela chique.

Conclusión:

Estupenda estadía en esta singular propiedad. Pasé unos días super relajado prácticamente sin sentir que estaba en un hotel, sino en una enorme casa.

El trato del staff, tanto de recepción como del bar, es excepcional y muy personalizado, y es sin duda otra de las grandes virtudes de este lugar.

Por cierto, no es necesario estar alojado en el hotel para acceder al bar y al restaurante. Si pretenden visitarlo para el brunch del fin de semana, recomiendo reservar porque suele estar lleno.

Tanto para reservas de alojamiento como del restaurante pueden visitar la web de HOME

Eligiría este lugar una y mil veces para mis visitas a Buenos Aires.

Visitaron ya el Home? Que impresión les dejó?