En estos últimos días mi vida fue un caos de aviones, jetlag, hoteles, noches sin dormir, comida fabulosa y experiencias delirantes.
Todo esto debido a mi obstinada persecución del Hanami, que textualmente significa en japonés «Observar las flores«, pero que se utiliza para denominar al corto período del año en el que florecen los cerezos, uno de los espectáculos más fabulosos que me ha tocado experimentar en toda mi vida de viajero.
Esta es mi cuarto viaje a Japón y mi cuarta visita a Tokyo. Cada vez que vengo me impacta como si fuera la primera, nunca deja de maravillarme su orden, su belleza, su cosmopolitismo, y todos los matices culturales de esta ciudad fantástica.
Estos son los reportes que resumen mis tres días en Tokyo.