Aunque utilizo Alitalia frecuentemente para viajar dentro de Europa, hacía mucho tiempo que no lo hacía en un vuelo intercontinental.
Tanto, que la última vez que lo había hecho todavía utilizaban la antigua business class.
Así que, un poco por curiosidad, elegí probar su producto durante mi último viaje a São Paulo y poder dejar una referencia de mi experiencia en el blog.
Sumario del viaje:
Reporte: Casa Alitalia Piazza di Spagna aeropuerto de Fiumicino, Roma
Reporte: Alitalia Business Class Magnifica B777 Roma-São Paulo
Reporte: Qatar Airways Qsuites B777 São Paulo-Buenos Aires
ALITALIA BUSINESS CLASS MAGNIFICA
Alitalia (AZ) AZ674
Roma (FCO) – São Paulo (GRU)
Avión: Boeing 777-200ER
Asiento: 9L (Clase Magnifica)
Horario salida: 10:33pm
Horario llegada: 4:58am
Duración de vuelo: 11:25hs
Después de una breve visita al lounge caminé hacia la puerta E15 en donde embarcaríamos. Había bastante amontonamiento de gente, sin embargo la fila prioritaria avanzó rápidamente y en pocos minutos estaba a bordo.
El vuelo era operado por un Boeing 777-200, y saben bien que no puedo evitar fotografiar el motor del 777. Es más fuerte que yo.
La primera impresión de la cabina no fue demasiado impactante. Tiene una atmósfera un poco antigua, que yo le adjudico en buena medida a la iluminación prehistórica que no han modificado en la renovación.
La business class Magnifica en el B777 tiene 40 asientos divididos en dos cabinas, con una configuración 1-2-1.
Los asientos son idénticos a los de Iberia en sus A340, solo que tapizados en piel y con unos colores que recuerdan a una abeja, y que nada tienen que ver con el branding de Alitalia. Go figure.
Viajé en el primer asiento de la mini cabina trasera que tiene apenas dos filas, el 9L, al que le faltaba una ventanilla.
Sabía esto antes del embarque, pero en este compartimento viajan solo 10 personas y elijo priorizar el silencio y la privacidad ante todo.
En los asientos individuales siempre prefiero las filas impares en esta configuración ya que se encuentran más alejados del pasillo que en las pares.
La cabina delantera tiene cinco filas, con un total de 20 asientos, además de el galley y uno de los lavabos en la parte delantera.
El asiento en modo cama se reclina 180 grados, aunque como pùeden ver se marcan mucho algunas hendiduras y resulta un poco incómodo a la hora de acostarse.
Al igual que en Iberia, el apoyapiés se angosta hacia el final, aunque no es exagerado.
Igualmente, yo dormí con uno de mis piés sobre la estructura que pueden ver entre el asiento y el fuselaje, y me resultó mucho más cómodo.
Cada asiento posee una luz de lectura individual.
Un puerto USB y un enchufe universal de 110W
Y apenas un único espacio de almacenamiento, justo debajo del apoyabrazos.
El sistema de entretenimiento es apenas decente, algo limitado en contenido, y puede ser operado tanto por mando a distancia como de modo táctil.
El tamaño de la pantalla es razonable.
El mando está ubicado justo debajo de los controles de posición del asiento.
Acepté una copa de prosecco que repartieron junto con el menú, el amenity kit y un voucher de 50MB de internet gratuito.
Hilando fino, la copa me pareció inoportuna para servir prosecco, pero es cuestión de gustos.
El bono de 50MB de wifi dura un suspiro, y se ofrecen distintos planes de acceso a internet con cargo, todos ellos con límite de datos. Un absurdo a esta altura del partido.
En cualquier caso, necesité utilizar internet unas horas antes del aterrizaje y no funcionaba. Tuve que disputar el cargo con mi tarjeta de crédito que acabó devolviéndomelo.
El amenity kit de Salvatore Ferragamo tiene un aspecto bastante básico, quizás algo deprimente.
El contenido sin embargo es correcto, con todo lo que uno espera de un kit en un vuelo de 11 horas.
Toalla húmeda, perfume, pasta y cepillo de dientes, máscara de ojos, crema humectante, calcetines y tapones de oído.
Si existe un aspecto en el que Alitalia destaca sobre otras aerolíneas europeas es la comida.
Ofrece un menú amplio, variado y de gran calidad.
No fue rápido el inicio del servicio, habrá comenzado unos 90 minutos después del despegue, pero valió la pena la espera.
Como antipasto elegí la tarta de pulpo y patatas al limón.
De primer plato elegí la pasta, que es una rareza en mi. Jamás ordeno pasta a bordo, pero fantaseaba con que Alitalia no puede ofrecer una mala pasta y en cierto sentido no me equivoqué.
No se bien como lo hacen, pero los pennette con pesto alla trapanese estaban buenísimos. Claro que la textura de la pasta es particular, pero lo compensaba…..
Y de segundo maialino al mirto, también sabrosísimo, gran eleción.
Cerré esta bacanal con una selección de quesos, siempre acompañado de un Chianti cuyo nombre no recuerdo pero iba de lujo.
Mi opinión sobre el servicio de comida quedó reflejada entonces en este post de mi cuenta de Instagram
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El servicio se extendió bastante, al fin y al cabo se trata de un aperitivo y tres platos, y cuando retiraron las bandejas sobrevolábamos Mauritania rumbo a la costa de Senegal.
Alitalia no ofrece servicio de turndown así que armé mi cama personalmente.
Pedí una manta extra para ponerla cubriendo la superficie del asiento, algo que intento hacer siempre que tengo la oportunidad, no solo por un tema de comodidad sino también por cuestiones higiénicas.
La tripulación desapareció luego del servicio y nunca más la vi hasta la mañana siguiente.
Durante la noche, dejaron en el galley esta fuente con apenas un par de bebidas a modo de bar. Ni un snack, nada.
Dormí algunas horas y me desperté mientras bordeábamos la costa nordeste de Brasil a la altura de Recife.
Unos 90 minutos antes del aterrizaje sirvieron el desayuno, sencillo pero contundente, con un omelette, ensalada de frutas, croissant, pan, zumo de naranja y café espresso.
Aterrizamos en São Paulo minutos antes de las 5 de la mañana hora local, recuperando en vuelo la media hora de demora que habíamos tenido para despegar de Roma.
Úlitima miradita a este precioso Boeing 777-200ER de Alitalia, ex Vietnam Airlines.
Conclusión:
Alitalia es una empresa a la que le tengo cierto aprecio por cuestiones personales, pero realmente el servicio en lineas generales es tirando a regular.
Las tripulaciones son una lotería total, puede ser la mejor o la peor de tu vida, no hay ninguna consistencia en el servicio.
Aunque la cabina y los asientos de business no están mal, de hecho es una configuración que a mi me gusta bastante, los interiores muestran bastante desgaste no solo en su aspecto sino en su funcionalidad.
Dejando de lado la comida, que realmente es destacable, no hay demasiado de business en el resto de servicio. El wifi no funcionó durante mi vuelo, y aunque hubiera funcionado el límite de datos es algo inaceptable para mi.
En fin, que no es ni de cerca la mejor forma de viajar entre Europa y Sudamérica, superada de lejos por sus socias de Skyteam como KLM o Air France.
Probaron la business class Magnifica de Alitalia? Que impresión les causó?
9 comentarios
Todo eso comiste???
Solo una vez viaje en primera, y fue una experiencia inolvidable.
Era Varig, lo que tal vez te ilumine en cuanto al tiempo transcurrido.
Excelente comida,y lo mejor, los paños húmedos…
Después comenzó el dolor de oídos
Sí, livianito (?)
Mi primer billete pago en business class fue en Varig si no recuerdo mal, así que por ahí vamos!
Buenísimo post, Hernan!
Grazie Rocco!!!
Abrazo grande
woooohhhh… <3
Hola Hernan gracias por la info !!
No se que fecha realizaste el vuelo pero entiendo que ha sido en periodo COVID, no mencionas nada sobre las medidas COVID de Alitalia o durante el vuelo, te dieron toallita desinfectante? mascarilla todo el vuelo ? El catering me alegra saber que te gustó y que lo hubiera, sabes que hay compañías que ne business solo te dan una cajita con 2 sandwiches y un bollito, impresentable!!. Gracias y saludos
Hola Alex! El vuelo es pre-Covid, no lo especifiqué nuevamente porque viene de una serie de tres posts en donde ya lo había mencionado.
El catering fue excelente, entre eso y el asiento individual salvas el vuelo. En cualquier caso, mucho que mejoras Alitalia en su hub de Fiumicino y en la atención de sus tripulaciones.
Saludos!!
Excelente reportaje…aunque hoy en día tengo que disfrutar de Business de una forma meramente indirecta.
Muchas gracias Graeme. Bueno, hoy en día todos la disfrutamos de manera indirecta 🙁
Saludos!!