SUMARIO DEL VIAJE:
Reporte: British Airways Business Class B777 , Londres-Buenos Aires
Reporte: Amex Centurion Lounge, aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires
Reporte: Tour por el interior del Boeing 747-800 de Lufthansa
Reporte: Lufthansa First Class B747-8 Buenos Aires-Frankfurt
Reporte: Hotel Radisson Blu Berlin, Alemania
Reporte: Sala vip Junkers, aeropuerto de Schönefeld, Berlin
Mi último vuelo de este viaje sería con Ryanair, desde Berlín hacia Pisa. Era la única alternativa directa entre ambas ciudades, y la más económica por lejos. Pagué 30€ por el trayecto, mientras las otras opciones incluían escala en Copenhague ó Munich y costaban hasta 10 veces más.
Como muchos saben, Ryanair no provee acceso a ningún lounge, así que cuando vuelo con ellos utilizo mi tarjeta Priority Pass para garantizarme una espera razonablemente amena. Bueno, a veces…
El sitio de Priority Pass mostraba solo una sala disponible en el Aeropuerto Schönefeld que, además, es la única que existe en todo el aeropuerto. Las fotos no despertaban demasiada expectativa y, que se llame Junkers como mi calentador de agua, muchísimo menos.
Llegué al aeropuerto en el tren Airport Express desde Alexanderplatz, bajo una lluvia torrencial.
Desde la estación hay un largo corredor techado que te lleva hasta la terminal A, que es la principal principal del aeropuerto. Ryanair opera desde la D, así que me tocó caminar literalmente bajo la lluvia hasta el.
Al descubierto están también los monitores de información. En una ciudad como Berlín, y con una climatología tan adversa, es inconcebible una infraestructura tan precaria.
La terminal es un galpón, ni mas ni menos. Un galpón con counters. Apenas entré me vino un flashback del aeropuerto de Río Gallegos en la patagonia Argentina, que era muy parecido.
Estoy hablando de hace 20 años, desconozco como luce actualmente, pero esa es la primera imagen que me vino a la cabeza.
La fila en la seguridad era larga pero fluida, y en pocos minutos estaba en el airside de la terminal D. El lounge está ubicado en la A, a unos 5 minutos de caminata.
Para acceder a la pasarela que une las terminales puedes usar las escaleras o este ascensor.
Una vez que cruzas la pasarela, y después de varias curvas laberínticas, encontrarás a tu izquierda la puerta de entrada del lounge.
Aunque en las fotos no lo parezca, el lounge esta algo escondido. La mejor referencia que puedes tener es este cartel de horarios de salida de vuelos, ya que la puerta de acceso se encuentra exactamente al lado.
Estas son las aerolíneas y empresas con admisión en la sala. El horario actual, según la web de Priority Pass, es de 6am a 11:30pm, aunque aquí figure distinto. Pronto comprendería que toda esta información estaba desactualizada y, por tanto, era irrelevante.
Detrás de la puerta te encuentras con estas escaleras, que son el único acceso activo a la sala, una dificultad insalvable para cualquier persona con problemas de movilidad.
Cuando llegué a la primera planta, no había ni rastros del Junkers Lounge, pero había uno llamado Green Wings que era sospechosamente parecido al que había visto en las fotos.
Y claramente el cartel con el nombre estaba pegado sobre el original del Junkers Lounge. O sea, ya no existe el Junkers Lounge, sino el Green Wings Lounge, pero al parecer ni ellos lo tienen todavía claro.
En la recepción estuve esperando algunos minutos hasta que eventualmente dos personas salieron de la cocina y uno de ellos, algo desganado, registró mi ingreso.
La sala es, como decirlo sin herir sensibilidades, horrorosa. Es básicamente lo que ven en la foto, a excepción de una pequeña L que hace hacia la derecha justo detrás del cartel.
Minúscula, pésimamente amueblada, incómoda y fea, incluso más de lo que me esperaba.
Elegí este pequeño rincón para instalarme, lejos de la ventana pero cerca del bar que, a fin de cuentas, es lo único aspecto positivo de esta sala.
Y también porque era una de las pocas con enchufe para cargar mis dispositivos, y además múltiple! 😉
Las vistas desde mi mesa no eran particularmente interesantes, pero desde la ventana puedes ver un trecho de la pista, que para algún #AvGeek puede ser un buen pasatiempo.
La selección de prensa no estaba mal para lo que uno podría esperarse. Había varios periódicos y revistas en alemán, y algunas opciones en inglés.
Otro aspecto positivo de la sala es que tiene acceso gratuito a internet, y bastante decente, que sin embargo figura con el nombre anterior de la sala. Que lío tienen!
Sospecho que después de esta foto tendrán una troupe de mochileros sentados en la puerta 😉
Como les contaba antes, mi mesa estaba pegadita al bar, que es sin lugar a dudas el aspecto más destacable de esta sala.
Evidentemente no por sus opciones de comida, que son realmente tristes…
Los sandwiches son estos Wasa de supermercado, que para ser lo que son no están mal, pero para un lounge son impresentables.
Pero ya el sector de drinks era mucho más atractivo. Yo tomé solo una copa de vino, pero alguien de buen beber puede llegar a rentabilizar bastante la estadía.
Whiskey, cognac, bourbon y dos opciones de vinos tinto muy decentes. Interesante e inesperado.
Y en la nevera, además de zumos y refrescos, un par de cervezas, vodka, gin, champagne… En fin, una saludable selección de bebidas, completamente a contramano del resto de aspectos del lounge.
Había también una máquina de café espresso, que me bastó verla para mantenerme alejado de ella. A su lado unos trozos de bizcocho y algunas galletas para acompañar.
Para rematar con las tremendas deficiencias de este lounge, y esto sí que es la primera vez que lo veo, NO tiene baño ni dentro ni fuera. Es decir, si te aprieta el tema, tienes que volver a bajar las escaleras y regresar a la terminal para usar los baños de acceso público.
Casi mejor aguantarse hasta que te vas a embarcar, y eso fue exactamente lo que hice.
Conclusión:
A ver, casi siempre es mejor esperar tu vuelo en un lounge que en un banco de la sala de embarque. Particularmente en un aeropuerto como Schönefeld que es de los más incómodos y poco amigables que he visto en toda europa, ni hablemos ya en las grandes ciudades.
Objetivamente el lounge es pésimo, de lo peorcito que he visitado en mi vida. Si tienes Priority Pass con acceso ilimitado, o vuelas en alguna de las aerolíneas que utilizan el lounge, te animo a visitarlo solo por el wifi y las bebidas. Ahora, si quieres acceder al lounge de manera independiente (se puede pagar un fee para visitarlo), te diría que es un NO rotundo.
El costo del acceso individual es de 25€ por un máximo de tres horas de permanencia, aunque no está claro si es por una restricción de uso o porque está probado que es el límite de tiempo que un humano puede resistir en este entorno.