Reporte: First Class de American Airlines A321 New York-Los Angeles

Si lo que quieres es volar de costa a costa en los Estados Unidos, y lo que buscas es comodidad y privacidad, no busques más. No existe nada más allá de la first class de American Airlines a bordo de su A321.

Nada, a menos que tengas un jet privado, o seas el único pasajero de la cabina 😉

SUMARIO DEL VIAJE:

Reporte: British Airways A320 Business Class, Barcelona-Londres
Reporte: American Airlines B777-300ER First Class, Londres-New York
Reporte: American Airlines Airbus 321 First Class, New York-Los Angeles
Reporte: Hotel Westin Airport – Los Angeles,  Estados Unidos
Reporte: Una visita al Rainbow Bar & Grill, la meca del Rock en Los Angeles
Reporte: American Airlines Flagship Lounge, Los Angeles – Estados Unidos
Reporte: Miami Airport Hotel – Miami, Estados Unidos
Reporte: American Airlines B777-200 First Class, Miami-Barcelona

LA PREVIA

Aterricé en New York proveniente de Londres pasadas las 8PM. Desembarqué rápidamente, y me fui al Flagship First Class Lounge de la T8 a pasar el poco tiempo que tenía de escala.

Estaba bastante vacía para el movimiento que suele haber a esta hora.

Sin tiempo para una ducha ni para cenar, un buen sillón, un par de snacks y una Perrier harían el trabajo.

Controlando el movimiento de la Terminal 8 desde la ventana, junto a mi fiel RimoStone

Realmente no me moví demasiado de esta posición mientras estuve allí. Apenas anunciaron el embarque salí rápido porque mi gate estaba en la otra punta de la terminal.

Luego de un paseo de 10 minutos, pasé por la priority line que estaba vacía y embarqué.

FIRST CLASS DE AMERICAN AIRLINES A321

American Airlines (AA) AA23
New York  (JFK) – Los Anegeles (LAX)
Avión:  Airbus 321
Asiento:  4F  (First Class)
Horario salida/llegada: 10:19PM – 01:23AM
Duración:  06:04hs

Apenas puse un pie en el avión intuí que hoy sería una gran noche. Fui saludado en la entrada por el purser, Mr. Ken, que acabaría siendo uno de los mejores y más genuinamente simpáticos tripulantes con los que haya viajado jamás.

El año pasado ya había volado este avión entre  San Francisco y New York, aún así, volvió a  impresionarme el look de la cabina con solo dos asientos por fila. Es algo único en aviones de fuselaje angosto.

Sin ir más lejos, esa misma mañana había volado en el mismo modelo de avión con British Airways, que tiene seis por fila en business class. Say no more.

El embarque se realizó por la puerta delantera. Esto quiere decir que todos los pasajeros tuvieron que atravesar la cabina durante el embarque, lo cual es algo extraño desde un punto de vista operativo.

Las aerolíneas suelen evitarlo por dos motivos. El primero, para darle privacidad a los pasajeros de primera clase, pero también por el fuerte desgaste que este tránsito produce. Cientos de pasajeros pasando con maletas por un corredor ensucian, desgastan las alfombras, producen golpes en los asientos, etc.

Supongo que el motivo por el que lo hacen es por el impacto visual que esta cabina puede producir.  No se me ocurre ningún otro que lo justifique.

A medida que pasaban los minutos, el resto de la cabina seguía vacía. Algo en mí empezó a fantasear con la idea de no tener vecinos esta noche.

Sería posible esto en un JFK-LAX, y con la facilidad con la que American suele otorgar upgrades?

Mientras pensaba en esto, anunciaron el fin del embarque por los altoparlantes, y una azafata que justo pasaba a mi lado se acercó y me dijo: Sweet dreams que, traducido al español liso y llano, quiere decir Te queda toda la cabina para ti sólo, cabrón!

Oooook. Mi jet privado a Los Angeles, nada podría ir mejor.  Disponiendo de toda la cabina, decidí pasarme al asiento de adelante, el 4F, para no estar pegado al galley de business que es algo ruidoso.

Enseguida vino el amabilísimo Ken a ofrecerme una bebida antes del despegue, que rechazé. Me dijo que no aceptaba un no como respuesta y finalmente acabó por retirarse ofendido, pero al menos me dejó el menú para hoy.

El asiento es prácticamente el mismo herringbone que American usa en la nueva business class de sus Boeing 787.  Cada uno de ellos ya equipado con almohada, edredón, amenity kit y un par de estupendos auriculares Bose.

Es espacioso y cómodo en modo cama.

A mi derecha, estaban muy prolijamente dispuestos los controles del asiento, las luces, el control remoto y todas las tomas de corriente, puertos USB, auriculares, etc

El amenity kit es muy bonito, parte de la edición limitada de la Heritage Series que lanzaron en homenaje a 9 aerolíneas americanas históricas.

Hoy me tocó el de US Airways (y me traje otros 3 para sortear entre los lectores del blog!)

La pantalla de video es grande, con una muy buena variedad de contenidos

Hay wifi disponible, a U$19 por la duración del vuelo. Para un vuelo de 6 horas no es descabellado, aunque mi convicción es que cobrar por internet es algo prehistórico, que pronto cambiará.

Veinte minutos después del despegue, ya estabilizados en altitud de crucero, Mr Ken insistió con que beba algo y acabé aceptando.  Después de todo era la etapa final de un largo viaje, y una copita de Cabernet Sauvignon no se le niega a nadie.

El gran Ken trajo mi cena, con la selección de plato principal que había hecho previamente online. El servicio en este vuelo nocturno es limitado, y se sirve toda la comida junta de una sola vez.

La entrada consiste en un duo de hummus y espinaca con alcachofas, que sin ser nada de otro mundo, cumplió su cometido.

Como plato principal opté por la carne estilo thai, que estaba bastante bien. Acompañada con verduras salteadas y arroz al coco.

No comí postre, porque después de 3 vuelos ya venía adobadísimo.  Sí me tomé un espresso, larguiiiiiiisimo, mientras terminaba de ver Irrational Man en la tv.

Cuando terminó la película ya atravesábamos Arkansas, y yo empezaba a sentir el cansancio. En Europa eran cerca de las 7AM, y yo llevaba 21 horas «en la carretera»

Antes de acostarme, me puse a charlar un rato con el gran Ken en el galley. Me contó algunos detalles interesantísimos sobre este avión, y algunas de sus fabulosas anécdotas en 30 años de vuelo. Gran persona, y gran valor para American Airlines.

Tocaba dormir un par de horas hasta Los Angeles, y así fue.

Dormí profundamente durante un par de horas, hasta que unos 40 minutos antes del aterrizaje me despertó la voz del capitán informando por megafonía el inicio del descenso, y las condiciones meteorológicas en destino.

Acomodé mis cosas para el desembarque, y me senté a disfrutar de la fabulosa aproximación nocturna a Los Angeles.

Tocamos tierra a la 1:23AM. El desembarque fue rapidísimo y 10 minutos más tarde estaba ya esperando la maleta en la cinta. Demoraron un poco en aparecer, la mía en particular. Fue la última! (hablemos de Prioridad!)

Salí del aeropuerto y me fuí directamente a buscar el shuttle que me llevaría hasta el Hotel Westin LAX donde pasé la noche.

Conclusión:

American Airlines ofrece, sin ninguna duda, un producto único en esta ruta, y sospecho que en el mundo. El avión es nuevo, se encuentra en excelentes condiciones, y el asiento individual es magnífico. En un vuelo corto no tendría mayor relevancia, pero en uno de 6 horas, la diferencia es brutal.

Pero lo más destacable de este vuelo fué la tripulación, al menos el purser, que fue a fin de cuentas con el único que traté. Mr. Ken F. fue de una amabilidad y gentileza extraordinarias, tanto que me ocupé personalmente de transmitírselo a la compañía. Me conmueve cuándo alguien realiza su trabajo con tanta pasión después de 30 años, ya no solo como pasajero, sino como ser humano.

No pensaría ni un segundo en volver a volar con AA en esta ruta. No tiene competencia.

Como fueron sus experiencias con American Airlines?