Me relajé durante unos 10 minutos, copita de tinto mediante, en el bonito Maple Leaf Lounge de Air Canada en la Terminal 1 y salí hacia la puerta E73 en donde embarcaba mi vuelo.
Los pasajeros volando en clase ejecutiva embarcan por una manga independiente, así que en un pis-pás estaba acomodándome en mi asiento.
SUMARIO DEL VIAJE:
– Reporte: Hotel MOXY Aeropuerto de Munich, Alemania
– Reporte: Business Lounge de Lufthansa en el Aeropuerto de Munich
– Reporte: Business Class Lufthansa A330 Munich-Toronto
– Reporte: Maple Leaf Lounge de Air Canada en el Aeropuerto de Toronto
– Reporte: Business Class Air Canada A320 Toronto-San Francisco
– Reporte: Hotel Park Central San Francisco, USA
– Reporte: SkyClub de Delta en el Aeropuerto de San Francisco
– Reporte: Clase Económica de Delta E-175 San Francisco-Los Angeles
– Reporte: Hotel Travelodge Santa Monica Los Angeles, USA
– Reporte: Tren Amtrak Surfliner de Los Angeles a San Diego
– Reporte: First Class de Virgin America A320 San Diego-San Francisco
– Reporte: Hotel Hyatt Regency de San Francisco, USA
– Reporte: Business Class de Air Canada B787-900 San Francisco-Toronto
– Reporte: Business Class de Air Canada B777 Toronto-Munich
El Vuelo:
Air Canada (AC) AC846
Toronto (YYZ) – Münich (MUC)
Avión: Boeing 777-300ER
Asiento: 11K (Business Class)
Hora de salida: 9:29pm
Hora de llegada: 9:58am
Duración: 7:29hs
La business class de Air Canada en este 77W tiene un total de 40 asientos divididos en dos cabinas, una con 26 en la parte delantera del avión y otra inmediatamente detrás con 14.
La segunda, al ser bastante más reducida, suele ser más íntima y tranquila.
Los asientos están distribuidos en una configuración 1-2-1 y son muy parecidos, por no decir idénticos, a los que presenta en el B787.
Elegí el 11K para este vuelo, respetando mi preferencia de volar en el asiento individual de la última fila de la cabina.
Mientras me acomodaba el comandante se dirigió por megafonía dando la bienvenida a los pasajeros y anunciando un vuelo de 7:10hs con algunas tormentas en ruta.
Poco después pasó una tripulante repartiendo bebidas, y casi inmediatamente otra entregando los amenity kits y tomando el pedido de platos para la cena.
Air Canada entrega un formulario que te permite armar tu desayuno a medida, además de especificar si deseas ser despertado o no en caso de que te encuentres durmiendo.
El asiento
Como les comenté antes, el asiento es idéntico al del B787. Todas las posiciones se controlan desde este display que está justo encima del apoyabrazos.
Justo detrás hay un espacio de almacenamiento útil para objetos pequeños que necesites tener a mano durante el vuelo.
Allí dentro encontrarás los auriculares, el mando del sistema de entretenimiento, un puerto USB y un enchufe universal.
Encastrada en la estructura que rodea el asiento hay una luz de lectura regulable.
El amenity kit, ya lo comenté en otras oportunidades, es sencillo pero completo. Contiene un par de calcetines, máscara de ojos, cepillo de dientes, dentífrico, crema hidratante, manteca de cacao, tapones de oido y un caramelo.
A las 9:29pm hicimos el pushback, y después de un largo taxi hasta la pista decolamos rumbo a Münich veinte minutos más tarde.
Cuando apagaron la señal de cinturones hice mi excursión de rigor al lavabo con la intención de a cambiarme de ropa para dormir todo lo que fuera posible durante el vuelo.
Estilo antiguo, pero fue mantenido limpio y ordenado.
Regresando al asiento, hora de mirar pelis! La pantalla y la interfaz del sistema de entretenimiento son idénticas a las del 787, pero me resultó rarísimo comprobar que con mucho más contenido.
No se si es normal, pero había al menos el doble de películas y series disponibles.
Inició el servicio de cena con el aperitivo, que transité con un gin tonic y unas nueces calientes mientras miraba Zoolander, que increíblemente jamás había visto.
Sí… atraso 20 años.
El menú de cena para hoy:
Y la carta de vinos:
Contra todos los pronósticos, habiendo un vino italiano y uno argentino a bordo, terminé eligiendo el francés Cosse et Maisonneuve simplemente por su descripción: Darkly coloured, dry and full bodied es todo lo que pretendo de un vino.
De plato principal pedí el lomo con salsa de vino y pimienta que estaba delicioso, entre las mejores carnes que recuerdo haber comido a bordo de un avión.
Tan satisfecho quedé que ni postre pedí. Cuando terminaron de retirar las bandejas y apagaron las luces de la cabina dejábamos atrás la costa norte de Canadá rumbo al sur de Groenlandia.
Lamenté que el vuelo fuera nocturno porque con cielo despejado Groenlandia es uno de los escenarios más espectaculares he visto desde la ventanilla de un avión.
Este es el asiento en modo cama. Se reclina 180º, es bastante amplio y muy cómodo para descansar.
Este es el mismo asiento, ya con la cama impecablemente armada por mí ????
Y este soy yo debajo de el edredón, que por cierto me resultó muy agradable también. Abrigado, pero ligero y suave a la vez.
Después de unas horas de ver películas comprendí que ya no iba a dormir, pues faltaban poco más de dos para el aterrizaje y dentro de nada iba a iniciar el servicio de desayuno.
Aproveché y di algún paseito por la cabina con el pretexto de estirar las piernas.
Y un saltito al galley para ir en busca de provisiones, en el minibar que Air Canada deja montado allí durante todo el vuelo.
Había algunos snacks y chocolates…
Pero entendí que necesitaba algo más potente mientras esperaba por el desayuno. Algo así, por ejemplo ????
Unos 90 minutos antes de aterrizar encendieron las luces de la cabina para servir el desayuno y poco a poco empezaron a levantarse las ventanillas.
Encontrarte con el motor del 77W, por favorrrr!!!! ????
El desayuno fue suculento. Aunque mi pre-desayuno me había saciado bastante, también ataqué con ganas el omelette con salchichas y patatas.
La mala? Air Canada no ofrece café espresso, y nada puede suplir su ausencia.
45 minutos antes de aterrizar el comandante volvió a dirigirse por megafonía para anunciar que iniciábamos el descenso, y que nos abrocháramos los cinturones porque iba a ser bumpy. Y vaya si fue bumpy!
Estos eran los últimos rayos de sol que vería durante los próximos tres días…
Cuando aterrizamos en Münich, uno de mis aeropuertos favoritos en el mundo, el clima era frío y lluvioso y así se mantendría durante toda mi estadía.
Conclusión:
Este vuelo fue el trayecto final de un billete desde Münich a San Francisco en business class por el que pagué la bicoca de 700€ ida y vuelta.
El vuelo fue perfecto. Embarque ordenado, asiento cómodo, sistema de entretenimiento completo, tripulación amable y catering delicioso.
Lo único que puedo criticarle a la clase ejecutiva de Air Canada es la ausencia de wifi, por lo demás creo que fue una excelente inversión, sobre todo a estos precios!
Volaron alguna vez con Air Canada? Que tal fue la experiencia?
3 comentarios
Leer esta entrada recién llegado de vacaciones, darte cuenta que aún te quedan bastantes días de vacaciones que ni yo conocía, que los tenga que disfrutar en enero…..y….. que tu cuenta corriente no te respalde ante esta visión air canadiense….priceless, para los demas, mastercard (ahora entiendo el significado de la campaña).
Yo cuando sea grande quiero tener tu curro, con todas esas vacaciones pagas (?)
Respecto a la cuenta corriente, ya ves que me gasté en este vuelo lo que tu te dejas en uno de tus findes en Formentera ????
Un poquito de por favor….que sólo me esperaba un par de días de vacaciones pendientes…..y me sale una barbaridad … otro bloque vacacional de los míos….abro un crowdfunding para mantener este ritmo mío…Si una peseta me diera cada español….