Sumario del Viaje:
Reporte: Business Class de Iberia Airbus 340-600, Madrid-Buenos Aires
Reporte: Salón Vip de LATAM aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires
Reporte: Business Class de Latam Argentina B767, Buenos Aires-Miami
Reporte: Residence Inn by Marriott Miami Airport, Doral FL
Reporte: Hotel Hilton Garden Inn, Miami Beach FL
Reporte: Salón Vip de LATAM aeropuerto de Miami, USA
Reporte: Business Class de SWISS Boeing 777-300ER, Miami-Zurich
INTRO:
Tenía varias opciones para regresar de Miami a Barcelona, pero elegí volar SWISS para poder probar su nueva cabina de business class en el B777-300ER. Pero también porque era un vuelo nocturno, porque había disponiblidad con Lifemiles y porque, digamos la verdad, me encanta SWISS muy a pesar del vuelo de hoy.
El Vuelo:
SWISS (LX) LX065
Miami (MIA) – Zurich (ZRH)
Avión: Boeing 777-300ER
Asiento: 17A (Business Class)
Horario salida/llegada: 09:05pm – 11:33am
Duración: 08:28hs
La tarde arrancó torcida desde el vamos. Swiss opera desde la terminal Sur, con el área de check in en el hall J. Sin embargo, a la hora de hacer seguridad y migraciones, no te permiten ingresar por el J, sino que debes ir hasta el H, que está a unos cinco minutos a pie.
El problema es que, una vez airside, el lounge que utiliza SWISS para recibir a sus pasajeros premium está en el J, por lo cuál te toca volver a caminar otra vez hasta allí para ingresar al lounge, y luego una vez más hasta el H para embarcar. De locos.
Eventualmente llegamos a la puerta H10 en donde había una enorme fila prioritaria, y no es para menos: 8 pax en first, 62 en business y, calculo, 20 o 30 más con status en Star Alliance.
A ojo de buen cubero, seríamos alrededor de cien cristianos en la fila prioritaria.
Al final del finger nos esperaba el bonito 777-300ER de SWISS, al que ni la luz ni el fotógrafo le hacen justicia.
Todo el pasaje embarcó por una única manga a través de la puerta 2L. La primera novedad de la nueva cabina de business class de SWISS la notas apenas entras, con un cartel luminoso de bienvenida en cinco idiomas incorporado a la pared del galley.
Mi primera impresión fue un poco desconcertante, ya que se parece mucho, por no decir demasiado, a la de los A330 y A340. Mantiene ese feeling sofisticado que tienen las cabinas de SWISS, con colores suaves y muchas terminaciones en madera.
Luego mirando en detalle vas descubriendo las diferencias, que son bastantes, entre las más notorias una pantalla más grande, una versión perfeccionada del sistema de entretenimiento y una importante mejora de la privacidad.
La cabina es y luce apretada, demasiados asientos en un espacio relativamente reducido, nada menos que 62, con configuración 2-2-1.
Esta configuración tiene la ventaja de ofrecer 12 asientos individuales, y al mismo tiempo la desventaja de privar a otros 12 de acceso directo al pasillo.
También es importante destacar que la mini cabina de business delantera, con solo dos filas de asientos y 10 pasajeros, es mucho más tranquila y exclusiva que la trasera, que acomoda los 52 pasajeros restantes.
Viajando solo mi elección obvia hubiera sido alguno de los doce asientos individuales, indiscutiblemente los mejores de toda la cabina en términos de privacidad y espacio. Sin embargo, como viajé con mi hijo de 5 años me senté en el par de asientos A y B de la fila 17, la ultima de la cabina.
Al reservar a último momento, no conseguí asientos libres delante.
El amenity kit ya te espera en tu asiento cuando embarcas, al igual que una almohada, una manta, un par de auriculares, una percha para colgar tu ropa y una pequeña botella de agua.
Las dos tripulantes que crucé entre la puerta y mi asiento no prometían demasiado, y acabaron cumpliendo con las expectativas. Muy jóvenes, que per se no representa un defecto, pero completamente ajenas y desinteresadas de lo que sucedía a su alrededor durante todo el vuelo.
Mientras el resto de pasajeros embarcaban aproveché para explorar un poco el asiento. En posición vertical es muy cómodo, con distintos grados de firmeza que puedes regular a tu voluntad desde los controles ubicados en el apoyabrazos.
El primer botón del programa de posiciones es desconcertante. Lo más light que me viene a la cabeza es un hombre sentado arriba de un perro. Les pido que me confirmen si alguien ve lo que veo yo, o tengo que pedir consulta con mi terapeuta.
Me gustó este corralito que pusieron para sostener las bebidas y evitar que se derramen ante una turbulencia o un codazo.
Los asientos tienen una pared divisoria fija que te separa de al lado, y que resulta muy oportuna si viajas solo. Más aún si viajas en pareja 😉
Uno de los cambios estéticos más notorios y elegantes es la incorporación de estos apliques de luz en el ángulo superior de cada uno de los asientos.
También esta pequeña y práctica luz de lectura individual.
Quizás la única falla importante que encontré es la falta de espacio de almacenaje. Había un espacio pequeño debajo del monitor de la TV, y otro minúsculo sobre la pared divisoria. Aparentemente este problema no existe en los asientos individuales.
El amenity es bastante simple. Se trata de un protector de cuello de lana muy sencillo y con poco encanto, que contiene dentro una limitada selección de productos.
Muy flojito comparado con el sorprendente kit de Latam Argentina en mi vuelo entre Buenos Aires y Miami con productos de Salvatore Ferragamo.
El sistema de entretenimiento es fantástico. Se puede operar tanto de manera táctil desde la tv como desde el comando que hay en el apoyabrazos del asiento, que a su vez es una pantalla en si mismo.
Incluso puedes tener tener funciones en simultáneo, es decir, mientras miras una película en la pantalla puedes ver el airshow en el monitor del comando.
La pantalla es enorme, de 16 pulgadas, con excelente definición y muy buena respuesta al tacto.
El contenido es obsceno, con casi 300 películas, series y documentales.
La conexión a internet no funcionó durante todo el vuelo, por tanto no puedo opinar al respecto. Sí puedo decirles que SWISS no tiene tarifa plana como Lufthansa, sino que cobra de acuerdo a la cantidad de megas que consumes, a estos precios:
Cuando todos los pasajeros habían embarcado, la tripulación se acercó a preguntarme si quería algo para beber, y acepté una copita de Duval-Leroy.
Hicimos el pushback en horario, pero demoramos casi una hora en decolar porque teníamos quince aviones delante. Este retraso se recuperó parcialmente en vuelo y no comprometió demasiado mi conexión a Barcelona a la mañana siguiente.
Unos 45 minutos después del despegue la tripulación salío con los carros de bebidas dando inicio al servicio de cena. Apenas entraron en la cabina, cuando recién estaban por la primera fila, mi hijo me pidió ir al baño.
La cara con la que me miraron las azafatas porque tuvieron que volver un metro hacia atrás con el carro para dejarnos pasar fue un poema.
La cabina dispone de solo dos lavabos para 62 pasajeros, un ratio demasiado bajo. Estan en perfecto estado y tienen un buen stock de productos de higiene.
Al regresar al asiento nos acomodamos para la cena. Las luces de la cabina se mantuvieron relativamente bajas durnte el servicio, algo que en un vuelo nocturno se agradece.
Cabina Swiss 777 business class
BUSINESS CLASS DE SWISS SERVICIO DE COMIDA
Para beber escogí el Schild Estate Barossa 2014, un multivarietal australiano (garnacha, mourvedre, syrah) que no tardaré mucho en olvidar.
EL MENÚ
LA CARTA DE VINOS:
De entrante pedí el cordero con tabbouleh, un poquito crudo para mi gusto pero muy sabroso. También una selección de quesos y una ensalada verde.
Mientras tanto me divertí un rato con Masterminds, Galifianakis me puede.
Entre plato y plato pasó una eternidad de tiempo. Mi impresión es que entre la alta densidad de pasajeros y la poca experiencia de la tripulación, el servicio se demoró más de lo razonable.
Finalmente se acercó una de las chicas a recoger el plato vacío y dejarme el principal. Pedí el bife con fondo de jus lié, puré de patatas y zanahorias.
Muy sencillo, tierno y sabrosísimo
Y me permití un desliz en el postre… ????
SWISS no suele fallar en la comida, y hoy definitivamente no fue la excepción. Todo el catering fue excelente, a pesar del servicio.
Cuando finalmente recogieron la cabina, atravesábamos el Atlántico a la altura de Nova Scotia, en el extremo este de Canadá.
Armé mi cama y la de mi hijo, que volcó a los pocos segundos.
Este es un vuelo relativamente corto, y quitando el tiempo que consumen el servicio de cena y desayuno no quedan mucho más de cinco horas para poder descansar. Así que miré un par de tonterías más en la TV y me dormí hasta cerca de las 10am horario europeo.
Al despertar di la vueltita de rigor por el galley para curiosear en el bar, muy, muy flojito el día de hoy. Una canastita con un puñado de snacks y basta. Me pregunto si este es el setup standard o el fruto de la pereza endémica de esta crew.
A pocas millas de la costa de Irlanda empezó el servicio de desayuno, en donde SWISS tampoco falló. Los productos son de gran calidad, incluyendo muy buena patisserie, yogurts Chobani y café espresso! ????
Cuarenta minutos antes de aterrizar, ya con todas las ventanas de la cabina abiertas, se despertó mi hijo con más hambre que el Chavo del Ocho, y le trajeron amablemente un desayuno express.
Aproveché para tomar algunas fotos de la cabina con luz natural.
Las aproximaciones a Zurich siempre son visualmente impactantes, en cualquier estación del año, así que disfruté de los últimos minutos del vuelo con la mirada clavada en la ventana.
Les dejo, como siempre que puedo, la última imágen del 777-300ER tomada desde la manga mientras me alejaba.
Conclusión:
Tenía muchas expectativas por probar la nueva business class de SWISS y quedé algo decepcionado, particularmente por la tripulación.
La cabina del B777 es muy bonita y varios aspectos del asiento han mejorado bastante, pero esperaba un paso más allá de SWISS en su intento por reinventar sus espacios premium. La densidad de pasajeros es demasiado alta, y probablemente eso también termina repercutiendo en el servicio, lento y desorganizado, ejecutado por una tripulación completamente apática y sin el menor entusiasmo.
En el lado positivo, el sistema de entretenimiento es maravilloso y dispone de un gran contenido. El catering impecable, como casi siempre.
Dicho esto, y más allá de este vuelo puntual, SWISS es una aerolínea que me encanta y que seguiré volando siempre que tenga la posibilidad. Me gusta su servicio, su estilo, y además Zurich es uno de mis aeropuertos favoritos para conexiones.
Pagué por cada billete 63.000 millas Lifemiles + U$46 de impuestos, que sin ser barato es razonable.
11 comentarios
Excelente reporte Hernán! La verdad que sabés atrapar al lector!… Por un momento pensé que se venía una buena reprimenda de tu parte hacia las TCP JA!, Me llené de indignación con las tcp cuando tu hijo quiso ir al baño..
Yo cuando viajé con ellos en febrero en economy estaba todo el día paseando por el avión y cuando tenían que pasar lo hacían pidiendo permiso y siempre con una sonrisa más allá que por ahí era yo el que molestaba un poco en el pasillo… Además cuando fui al galley a ver que ofrecían mientras todos dormían los snacks, jugos y demases superaban con creces lo que te ofrecieron a vos…
Por curiosidad también hiciste Zurich – Barcelona en business o pudiste elegir economy para ahorrar millas? Te tocó A321?
Saludos maestro!
Gracias Portu! Es cierto que el bar es limitado porque también en cualquier momento puedes ordenar cosas para comer, pero me parecio demasiado corto.
La crew, muy flojita tambien.
El ZRH-BCN fue en business, en un A321. No hice fotos porque estaba cansado, pero ahora vuelvo a volar a ZRH y prometo reportarlo ????
Abrazo!
Isn´t Swiss the best Airline in terms of service.
Herman i was wondering if you could help me I just receive a Iberia credit card ICon it called, and it is not letting me to much,
I have spend lots of money on tickets with the intention to make avios.
There is a promotio of off 40% if you buys avios till the 7th of this month but when I click on the link on the Iberia website it says that I do not own a Icon card
I called Santander who gave me the card and they tell me to call Iberia and visa versa I call Iberia and they tell me as I did not get the card through them they can not help me. The stange thing that through the santander website of Iberia Icon I can get 10% off Iberia flights which I have already used,
I just get very confused as if to when will see my avios refecled in my account and why I can not get access to the buying of avios promotion,
Thank you for your time.
Kind regards
Ignacio Sarrado
Muy buen reporte Hernan como siempre:
Esto que te voy a comentar ya lo hemos tratado antes. Los pequeños detalles hacen que el producto sea mucho mejor. El amenity no cumple las expectativas. Esta claro. Y el servicio durante el vuelo tiene que ser excelente en clase premium. Imagínate alguien que haya pagado un billete completo en esa clase en los días previos a la salida. El dineral que cuesta para que encuentres caras largas en el galley…
Recuerdo la primera vez que entre en la Business del A 380 de Emirates. Me pareció enorme y anodina. me gustan menos las clases premiere con 60, 70 u 80 plazas en Business. El servicio se ve mermado. Hasta me parece menos estética la cabina. En ese sentido las nuevas Business de Qatar me encantan, tanto en el 787 como en el 350.
Creo que es bueno que Swiss mantenga unos estándares generales altos. Es una gran compañía. Pero si cuidas los pequeños detalles. Tu marca acaba siendo excelente.
No se donde volaras con ellos pero yo tengo mucha curiosidad por los Bombardier cs100 que adquirieron el año pasado. Un avión interesante para el medio rango. Curiosos que los canadienses se llevaran el pastel por encima de los gigantes Airbus y Boeing.
Un saludo viajero.
PD: Efectivamente parece un señor sentado en un perro. jejeje. No te preocupes estas aerotrastornado pero no hasta el punto de necesitar terapia. Al menos por ahora. Y si, Puede haber otras lecturas aun mas «desconcertantes». Mucho más .Infinitamente más jejejeje.
Manu! Coincido, una business class grande no tiene ni el mismo feeling ni en muchos casos el mismo servicio que una de dimensiones reducidas.
Con SWISS volaré el 321 y el 330, dos aviones que he volado muchas veces con ellos, pero nunca reportado en el blog, así que de alguna manera será la primera!
Ya te voy contando.
Abrazo!
Hola, muy bueno el reporte!. Me llamaron la atención dos cosas, la primera es el cinturón de seguridad como de auto y la segunda es un asiento de business a la altura del ala del avión. Muchas gracias
Hola Luisin, es cierto que son dos cosas llamativas.
El cinturón es de tres puntas, es decir, tiene la correa de la cintura y a ella se suma una transversal como la de los coches. Lufthansa tiene lo mismo en sus asientos de primera clase, creo que las nuevas cabinas de business de TAP tambien lo tienen, y alguna que otra que olvido.
Respecto al ala, la cabina de business es muy extensa, y se divide de la de económica exactamente en la salida de emergencia del ala.
Ten en cuenta que yo estaba en la última fila de la cabina, ya sobre el ala, tal como apuntas y se ve en las fotos.
Saludos!
Me ha encantado el reporte.
A mí siempre me ha gustado volar en Swiss. Me parece una línea aérea muy chic.
Quizá sea por el trato recibido o por lo bonito del aeropuerto de Zurich o por esos maravillosos chocolates que siempre te ofrecen.
Recuerdo un vuelo regresando de Montreal en Semana Santa donde nos ofrecieron unas liebres de chocolate muy cukis en el mostrador de chekin en YUL y pensé ……
Este va a ser un gran vuelo.
Saludos,
Oriol
Hola Oriol! Creo que por todo eso que mencionas, y por varias otras cosas, también esta entre mis preferidas.
Igualmente, en mis dos últimos vuelos, este Miami Zurich y un New York-Ginebra que hice el año pasado, me tocaron tripulaciones bastante anodinas.
Mañana revancha 😉
Abrazo!
Gran reporte Hernan! che una consulta, que equipo andás manejando, y sobre todo, qué gran angular? 😉
«Equipo» es una palabra muy grande ???? Solo un Iphone y una GoPro 4. Abrazo querido!