Sumario del Viaje:
Introducción
Reporte: Sala Vip Masaccio, aeropuerto de Firenze
Reporte: Air France Business Class Airbus 318 Firenze-París
Reporte: Air France Business Class Boeing 777-200 París-Buenos Aires
Reporte: Salón Cóndor de Aerolineas Argentinas, aeropuerto de Ezeiza
Reporte: Air France Business Class Boeing 777-200 Buenos Aires-París
Como entiendo que todo lo que tenía que decir del aeropuerto de Firenze lo dije ya en este post, vamos directamente hasta el portón 3 en donde acaba de empezar el embarque de este bonito Airbus 318 de Air France con el que volaré hacia París.
Este aeropuerto, por increíble que parezca, no tiene mangas, así que todos los embarques se realizan por medio de un autobús que te transporta hasta las escaleras del avión. Una de las tantas desventajas de este procedimiento es que, si algún pasajero se retrasa, puedes pasarte 15 o 20 minutos esperando de pie dentro del autobús, y por supuesto hoy sucedió.
Y cuando esto sucede durante el mes de Julio con 35 grados de media en Toscana, y le sumamos los dos o tres grados extra de Firenze, y otros dos o tres más del asfalto de la plataforma, a uno le genera una especie de pulsión homicida.
El Airbus 318 de Air France no estaba demasiado lejos, podía verlo desde donde estaba parado. Si a alguien se le ocurre preguntar qué son esas marcas secas que chorrean por el vidrio que separa el sector de pasajeros de la cabina del conductor, no tengo respuesta.
Después de 15 eternos minutos finalmente la pareja rezagada subió al autobús, envuelta en miradas de odio y murmullos por lo bajo, y partimos rumbo al avión al que llegamos 20 segundos más tarde.
Quince minutos parado adentro del autobús y veinte segundos hasta el avión.
El Vuelo:
Air France (AF) AF1767
Firenze (FLR) – París (CDG)
Avión: Airbus 318
Asiento: 4F (Business Class)
Horario Programado: Salida: 8:20pm – Llegada: 10:10pm
Horario Real: Salida: 8:27pm – Llegada: 9:50pm
Duración: 01:23hs
El embarque se realizó por las puertas delantera y trasera, indistintamente. Yo embarqué por adelante, en donde esperaban para dar la bienvenida a los pasajeros el comandante y la purser, que hoy se ocuparía del sector de business class.
Como muchos sabrán, las infames cabinas de business class intraeuropeas son simplemente filas de asientos regulares de clase turista (3-3) con el asiento del medio bloqueado.
La cantidad de filas de business varía de acuerdo a la demanda, simplemente corriendo la cortina móvil que la separa de case turista hacia atrás o hacia adelante, dependiendo de las necesidades.
La cabina lucía impecable, a pesar de ser este un avión incorporado a la flota en el año 2004. Cada uno de los asientos tiene una simpática almohada colorida que aportan algo de alegría al ambiente.
Me senté en la cuarta fila sobre la ventanilla, en el 4F. La fila quinta no tiene ventanilla en esta aeronave, así que atención al detalle si les toca volarla.
Me da un poco de tristeza tener que admitir esto, más que nada por como han bajado mis estándares de satisfacción, pero la distancia entre filas que propone Air France en este avión es decente para los parámetros actuales: 32 inches, que equivalen a 81 centímetros, contra los 30 inches (76cm) que ofrece British Airways, por ejemplo.
Con solo seis pasajeros en toda la cabina, tuve la fortuna de disponer de los tres asientos para mí.
La purser resultó muy profesional y gentil en el trato. Repartió todavía en tierra toallitas húmedas y una botella de agua, además de una manta para cada pasajero, algo poco habitual en vuelos de esta duración y horario.
La mesita es muy, muy pequeña, quizás demasiado.
El lavabo es corriente, sin ningún tipo de amenity y muestra cierto desgaste. Fue mantenido limpio durante todo el trayecto.
El comandante se dirigió a la cabina por megafonía con mucha simpatía para comentar los detalles del vuelo, y luego volvío a hacerlo poco antes de aterrizar. No se si comenté esto alguna vez, pero escuchar al comandante con buena predisposición y alegría es algo que siempre valoro durante un vuelo.
Después de un cortísimo taxi hasta la única pista de este aeropuerto, decolamos rumbo a París bordeando el sub apenino toscano.
Quince minutos despues del despegue se apago la señal de cinturones abrochados y simultáneamente empezó el servicio de bebidas. Pedí un Haut-Médoc decente llamado Croix de Moussas, un agua con gas y un minúsculo chocolate Valrhona.
Podría acostumbrarme rápidamente a volar corta distancia así.
La cena, que resultó más de lo que me esperaba, consistió en una pechuga de pavo con chutney de mango y curry, acompañado por hongos salteados con pasas.
Completada con un trozo de queso estacionado y un pastel de frambuesas de postre.
El resto del vuelo transcurrió sin mayores acontecimientos, mas allá de una prolongada y sostenida turbulencia que ya había anunciado el comandante antes del despegue y que nos tuvo bailando un rato sobre el sur de Francia.
Lamentablemente Air France no provee internet ni ningún otro tipo de entretenimiento a bordo, pero sí paisajes maravillosos para pasar el rato.
Aterrizamos en Charles de Gaulle a las 9:50pm y aún atardecía. Como no amar el verano europeo.
Mientras desembarcaba, desde la manga, pude hacerle esta foto a la trompa del A318
Aterrizamos en el Terminal 2F, y tuve que realizar un corto tránsito hasta el Terminal 2E en donde volvería a embarcarme, esta vez en uno de estos preciosos 777´s rumbo a Buenos Aires.
Cuando llegué al 2E faltaban veinte minutos para empezar el embarque y el vuelo parecía estar en horario, así que opté por dar un paseo y estirar un poco las piernas en vez de encerrarme en el lounge.
Finalmente el embarque sería un caos y se demoraría casi media hora respecto a la previsión inicial, pero eso ya es harina de otro costal…
Para más información sobre la compañía y tarifas puedes visitar la web de Air France
Conclusión:
Tuve un buen vuelo con Air France, acorde a las expectativas que uno puede tener respecto a la business class intraeuropea, comparable a mi última experiencia con SWISS entre Barcelona y Zürich.
El A318 es un avión muy bonito y de dimensiones relativamente pequeñas comparado a sus hermanos mayores como el A320 o el A321, lo que agiliza bastante los procesos de embarque y desembarque, y probablemente el servicio a bordo.
La comida y bebidas estuvieron a la altura, y el servicio por parte de toda la tripulación muy profesional en todo momento. La ausencia de internet y de sistema de entretenimiento es quizás la única nota negativa de mi experiencia.
2 comentarios
Muy bueno !
Nunca volé un A318 pero es cierto que se ve más chico que los A320/1 más conocidos.
Muy buen espacio entre asientos y muy buen servicio…. es normal una cena completa en un vuelo de menos de 1:30hs ? En low cost no se consigue jaja (o si, pero pagando extra).
Hola Julio, es normal dependiendo de la aerolínea, pero las más importante suelen hacerlo.
En las low cost las pagas a bordo, aquí ya las pagaste antes 😉
Saludos!