Sumario del Viaje:
Introducción
Reporte: British Airways Club Europe A320 Barcelona-Londres
Reporte: Yotel Cabinas en el Aeropuerto de Heathrow, Londres
Reporte: British Airways Concorde Room Lounge Heathrow, Londres
Reporte: British Airways First Class B787-900 Londres-Austin
Reporte: Almuerzo en el Franklin Barbecue de Austin
Reporte: Sala Vip United Club Austin
Reporte: United Airlines Economy A319 Austin-Denver
Reporte: Visita al House Of Miles, el Cuartel Central de Boarding Area
Reporte: Sala Vip Delta Sky Club Denver, Colorado
Reporte: Delta First Class E170 Denver-Los Angeles
Reporte: Hotel Renaissance Aeropuerto de Los Angeles
Reporte: American Airlines Main Cabin Extra A321 Los Angeles-Dallas
Reporte: Hotel Hyatt Regency Aeropuerto de Dallas
Reporte: Sala Vip Amex Centurion Aeropuerto de Dallas
Reporte: Sala Vip Admirals Club Aeropuerto de Dallas
Reporte: American Airlines First Class B777-200 Dallas-Madrid
Reporte: Sala Vip Dalí de Iberia Aeropuerto de Madrid
Desde hace mucho tiempo me fascina el mundo de los programas de fidelidad, y desde hace mucho más el de las aerolíneas y los viajes.
Hace varios años, ya ni recuerdo como, di un buen día con Flyertalk, y casi inmediatamente después con Insideflyer, dos de las comunidades de viajeros frecuentes más importantes que existen en internet.
Ambas resultaron mágicas para mi, ya que allí descubrí cosas que me ayudaron a cambiar completamente mi modo de volar y, desde luego, a hacerlo muchísimo más confortable.
Pero no solo aprendí algunos trucos sino que, además, me enteré de que existían los Freddie Awards, una especie de premios Oscar a los programas de viajero frecuente, e incluso que había gente que escribía sobre ellos en blogs, lo que hizo que me enganchara casi de inmediato con BoardingArea.
Estos cuatro sitios tienen dos cosas en común. La primera es que de una forma u otra todos ellos cambiaron mi vida y la segunda, mucho más asombrosa, todos ellos fueron creados por la misma cabeza.
Si quieres hablar de fútbol, te sientas a tomar un café con Pep Guardiola, si quieres hablar de rock, lo haces con Keith Richards…
Si quieres hablar de aerolíneas y programas de fidelidad, te sientas con Randy Petersen.
House Of Miles, los cuarteles centrales de Boarding Area
En el mes de Agosto tuve una recompensa inesperada para la corta vida del blog: Boarding Area me propuso sumarme a su grupo de bloggers, una oferta difícil de rechazar.
Después de varios contactos de ida y vuelta, organizamos con el equipo una reunión el House of Miles, las oficinas localizadas en en interior del estado de Colorado, para conocernos personalmente y terminar de ajustar detalles.
La ciudad tiene un pequeño aeropuerto con muy pocas frecuencias y destinos, y todas las conexiones que tenía desde Europa eran complicadas.
Así que, fiel a mi estilo, terminé complicándome más aún y elegí volar desde Barcelona a Londres con British Airways, y desde allí a Austin para poder probar la nueva cabina de primera clase del B787-9.
Desde Austin, finalmente, con United Airlines hasta Denver para luego conducir los 115 kilómetros que separan ambas ciudades. Pan comido.
Salí en coche desde el aeropuerto de Denver alrededor de las 10pm. Mis planes eran llegar al hotel antes de la medianoche, pero a mitad de camino decidí parar a cenar en Castle Rock y el plan se me complicó.
Cuando finalmente aparqué en la puerta de mi hotel, el Radisson de Colorado Springs, era ya de madrugada y yo una sombra de mi mismo.
Igual, apenas abrí la puerta del coche me despejé enseguida.
El hotelito era agradable, un Radisson clásico, acogedor y en buenas condiciones. Lo elegí porque me interesaba la ubicación y porque tenía muy buenas críticas.
Por tener status Oro con Club Carlson, el programa frecuente de Radisson, me dejaron como regalo de bienvenida una cesta llena de chocolates y dulces, de incalculable valor una noche de invierno a las 2am.
Un baño caliente, una dosis de CNN News y media bolsa de chocolates después, me dormí profundamente hasta el día siguiente.
Por la mañana tomé un rápido brunch en el bar, y pronto estaba montando en el coche abandonando el hotel rumbo al House of Miles. La noche anterior llegué algo distraído, pero estaba casi seguro de haber visto un avión estacionado en la puerta (?)
Resulta que se trataba de un antiguo bombardero convertido en restaurante. Lamento no haberlo sabido una hora antes para almorzar allí, pero igual no pude evitar visitarlo. Luego por la tarde volví para merendar antes de regresar a Denver.
Debajo del ala izquierda del avión está la entrada y este salón comedor. Toda la decoración del lugar es bien #AvGeek
A través de unas escaleras puedes acceder a la cabina del avión, en donde hay montado un comedor para unas 40 personas.
En el galley, las camareras sirven las bebidas y envían las comandas a cocina.
Y delante del galley, el cockpit, de libre acceso para los clientes.
Una cosa lleva a la otra, y me entretuve un buen rato hablando con su dueño. Salí hacia el House of Miles con poco margen para el error pero decidido. Al fin y al cabo, no quieres llegar tarde a una reunión que pactaste un mes antes y para la que viajaste más de 11.000 kilómetros, no?
Colorado Springs es tan, pero tan bonito…
Dónde estabas cuando te necesite??? 😬
Voy a reconocer que venía un poco turisteando. Pocos minutos antes de llegar a mi destino sentí un golpazo en la rueda delantera derecha, causado por un bache gigante. Un bache en Colorado Springs, a dónde hemos llegado!
Aparqué unos 50 metros más adelante y me bajé del coche. El problema era serio, tenía la rueda completamente flat.
Hice cuentas rápido: llamar al servicio de asistencia de Avis, que lleguen, que me remolquen hasta un taller, que reparen la rueda… Hablamos de no menos de 90 minutos, con mucho viento a favor.
Mi reunion con Randy Petersen y su equipo era dentro de cinco… Estoy jodido.
Cuando levanté la vista de la rueda, miré a mi alrededor con gesto desesperado, como quién busca un milagro, y lo encontré. Se llamaba Spring´s, una casa de reparación de neumáticos exactamente al otro lado de la calle!
Monté en el coche nuevamente y lo arrastré hasta allí. Los dueños eran dos mexicanos, que me propusieron revisar el neumático para ver si podíamos repararlo: -No, no, no… pónganme una rueda nueva, ya! Baratita!
La cara de los dos tipos cuando les pedí una factura, era un poema… casi al unísono me respondieron los dos: Mande?!?
Finalmente me dieron un papelito escrito a mano que decía Tyre U$D45, y que Avis amablemente pagó. Les dí un abrazo y me fuí. Dos genios.
Mi Malibú granate estaba nuevamente en plena forma, listo para seguir camino hacia el House of Miles.
Sin más sobresaltos, finalmente llegué a mi reunión algo atrasado, pero nada alarmante. La dirección? 1930, Frequent Flyer Point… o Calle del Viajero Frecuente!
Me quiero morir!
Aunque más fácil de encontrar por aire que por tierra!
Finalmente, llegue al punto cero de todo viajero, en dónde fui recibido por la simpatiquísima Heather que se encargó de presentarme a Randy y al resto del equipo presente ese día: Denny, Josh, Mark, Jerry e Ivonne.
Esta es la sala de reuniones, en donde transcurrió el encuentro grupal y el almuerzo.
Después de algunas horas interesantísimas con mis nuevos compañeros de trabajo, incluida una reunión a solas con Randy que para alguien como yo es el oráculo, estaba listo para regresar a Denver y reafirmado en mis convicciones de seguir escribiendo Ultima Llamada.
Al fin y al cabo, con un equipo así detrás, puedes ir a la guerra.
12 comentarios
Un paso más. A seguir!
Abrazo Carlos! ????????
Ahhhhhhh, yo quiero hacer un viaje con vos. En tan poco tiempo adrenalina, visitas e historias por doquier. Que gran lugar el avión Restaurant.
¡Placer leerte genio!
Y daaaaale. La próxima vez que voy al house of miles te chiflo. Te va a encantar! Abrazo Juanito.
¡Grande, Hernán! XD
Hah! Abrazo Tiervlaank!
Felicitaciones Hernán.
Gracias Leo! Un saludo!
Un gran paso Hernan. Parece mentira que el blog tenga apenas año y medio. Tio!!!!! Felicidades de verdad. Un gran trabajo y un gran esfuerzo.
Solo un absoluto aerotrastornado podria, despues de un vuelo transoceanico, Comer en un viejo Boeing KC-97. Tanker de 1953. Jejeje. Por cierto fue el primer aviòn cisterna que se hizo para abastecimiento militar en vuelo.
En 1972 los americanos pasaron al ejercito del aire español tres KC-97 para abastecer en vuelo a los famosisimos Phanton F-4. Los entregaron nada más y nada menos que como Hexamotores. Pero en seguida se convirtieron a cuatrimotores.
Fueron los primeros aviones cisterna que llegaron a España. Pero los entregaron tan cascados que en 1976 los dieron todos de baja. Tenian CASI tantas horas de vuelo como tu Hernan. Jejeje.
Muchas felicitaciones por formar parte de la familia de Boarding Area. Ya te veo poniendo «ULTIMA LLAMADA» en el tejado de tu casa jejeje.
Un saludo viajero.
Yo creía que después de un transatlántico había que volver a montar en un avión. Como eso de combatir la resaca con un vaso de birra? :p
Pues si, exactamente eso. Este loco lo compró y lo convirtió en restaurante! Es muy bonito, claro que solo vale la pena si comes en la cabina.
En cuanto a Boarding Area, imagínate el honor! Y poder hablar con Randy Petersen, ni te digo. Es una biblia el tipo!
Abrazo Manu, te espero por Barna!
Felicitaciones Hernán, realmente un lujo formar parte de esa comunidad.
Y qué bueno el avión-restaurante !! Para cuando el avión-hotel en el medio de Plaza Catalunya… ? 😛
No se si en plaza Catalunya, pero cerquita del aeropuerto no estaría mal, como en Estocolmo!
Abrazo Julio