Reporte: Hotel Intercontinental Dubai Festival City, Emiratos Arabes Unidos

Sumario del Viaje:

Reporte: Qatar Airways Business Class A330-200  Barcelona-Doha
Reporte: Qatar Airways Al Mourjan Business Lounge  Aeropuerto de Doha
Reporte: Hotel Intercontinental Festival City Dubai
Visitando el Burj Khalifa, el Edificio más Alto del Mundo en Dubai
Uber en Dubai, una Herramienta Fundamental para Moverse en la Ciudad
Reporte: Etihad First Class Lounge & Spa  Aeropuerto de Abu Dhabi
Reporte: Etihad Apartamento First Class A380  Abu Dhabi-Londres

Aterricé en el aeropuerto internacional de Dubai (DXB) a las 4:25am después de un corto vuelo desde Doha. No es un horario ideal para volar, pero muchísimo menos lo es para llegar a un hotel, ya que en líneas generales no puedes disponer de tu habitación antes del mediodía. Por supuesto esto último depende mucho de la ocupación de la noche anterior y de la buena predisposición del personal de la recepción.

Yo venía sin dormir, y técnicamente en el Intercontinental Dubai Festival City no puedes hacer el check in antes de las 3pm lo que significaba que, si las cosas fueran realmente mal, entre mi cama y yo había un abismo de 10 horas.

Apenas puse un pie en tierra firme llamé al hotel para tantear la situación con alguien de la recepción. Si la cosa viniera complicada, ya tenía agendados algunos hoteles con precios razonables cerca del aeropuerto para descansar hasta la tarde.

El empleado que me atendió, aunque me confirmó que estaban full, también me dijo que estaban empezando a liberarse habitaciones. Tomó nota de mi nombre y me transmitió que haría lo posible por ubicarme cuanto antes.

En el acto pedí un Uber, que cuatro minutos después estaba esperándome fuera de la terminal. No recuerdo haber sacado nunca tanto provecho a Uber como en Dubai.

El Intercontinental Festival City esta ubicado a mitad de camino entre el aeropuerto y el centro, muy cerca de Deira, el barrio antiguo. El viaje no dura más de 10 minutos.

Llegué poco después de las 6am y aún no había amanecido. En la recepción me atendieron dos amabilísimos empleados del que tomaron mis datos y se comprometieron a tener mi habitación lista para las 7am. Me sugirieron, mientras tanto, desayunar en el buffet del hotel que abre a las 6:30am.

Una situación ideal, ya que seguramente es lo que hubiera hecho en cualquier caso, incluso teniendo la habitación disponible. Aproveché para hacer algunas fotos del bonito y elegante lobby de esta propiedad.

Pocos minutos después abrió el buffet y entré a desayunar. Era la única persona en el restaurante a esa hora.

Los lectores frecuentes del blog saben que soy un poco noctámbulo, y que la única posibilidad de que incluya el desayuno en mis reportes de hotel es cuando lo tomo antes de irme a dormir.

Aunque esta propiedad nos abre una ventanita a los amantes de la noche: el desayuno esta disponible desde las 6:30am hasta las 11:30am, en lo que probablemente sea una de las franjas horarias más generosas que yo haya visto en un hotel. Cinco horas de desayuno!

El lugar es bonito y espacioso, perfectamente organizado, y la cantidad de comida impactante. Hacía mucho que no veía un buffet tan extenso y variado. Para todos los gustos.

Como les comenté recién, el lugar estaba completamente vacío y tenía todas las mesas a disposición.

No quisiera desilusionarlos, pero soy un tipo muy sencillo cuando se trata de desayunar. Un ristretto, un zumo de naranja y un croissant (que prometo haber comido antes de hacer la foto, pueden confirmarlo en la anterior) es todo lo que necesito para ser feliz.

Mis extras de hoy, una rodaja de pan con manteca y una botellita de San Pellegrino.

A las 7am en punto uno de los recepcionistas se acercó a la mesa a comunicarme que la habitación estaba lista y me dejó la llave. Realmente impecable el nivel de atención, particularmente teniendo en cuenta que no tengo ningún tipo de status en IHG.

Camino a mi habitación, algunas fotitos más del lobby, ahora con algo de luz.

Me alojé en el piso 16, que te garantiza una buenas vistas, en mi caso a la nada más absoluta, pero si te toca mirando al centro de la ciudad, puedes ver atardecer sobre el Burj Khalifa desde tu habitación.

Como pueden ver, en la planta 4 se encuentran el spa, el gym y la piscina, y en la 26 el Club Lounge y el puticlub Eclipse Bar, del que hablaremos más tarde.

No hay nada que disfrute más en la vida que tener todos los días el Gulf News esperándome al otro lado de la puerta (?)

La habitación es amplia, agradable, y perfectamente decorada para mi gusto. Tonos naturales dominándolo prácticamente todo, combinados con muebles de piel y madera oscura. Muy bonita.

La cama comodísima, casi una constante en los Intercontinental.

Sobre el costado derecho de la cama, esta mesa redonda que cumple también la función de escritorio, bien equipada con varios enchufes universales.

La conexión de internet es gratuita para todos los socios del programa IHG Rewards, independientemente de su status.

Y sobre el izquierdo, bajo la ventana, este conjunto de sofás con una mesita ratona.

A los pies del sofá, el minibar, bien equipado y con algunas botellas de agua mineral de cortesía.

Los precios de los productos, como en casi todos los hoteles de esta categoría eran algo elevados, pero dentro de lo razonable.

El baño es un tema aparte. Enorme y dividido en tres ambientes separados por cerramientos de cristal: el central con la pica/bacha y un enorme espejo, otro con los servicios, y un tercero con la ducha y la bañera, justo al lado de la ventana.

Muy bien equipado con los estupendos amenities de Agraria.

Hay un pequeño armario al lado de la televisión, incorporado a la estructura que separa la habitación del baño, con bata y pantuflas a disposición de los huéspedes.

En el pasillo del recibidor, un armario más amplio con espacio para guardar maletas, un par de cajones y el cofre de seguridad.

Después de un siestón de cinco o seis horas, estaba listo para encarar la actividad del día, que era básicamente pasar el resto de la tarde en la piscina.

Antes aproveché para ir al gimnasio… a hacerle esta foto, y seguí mi camino ????

La piscina es uno de los puntazos de este hotel, algo muy importante teniendo en cuenta que aquí en Dubai, a veces más a veces menos, hace calor todo el año.

Esta áerea esta ubicada en la cuarta planta y es muy agradable, rodeada de palmeras y con buenas vistas del río y la ciudad. Dispone de un pequeño bar con bebidas y comidas rápidas.

La piscina sobresale un par de metros de la estructura del edificio, lo que te da la sensación de estar nadando en el aire. Igualmente el efecto está un poco limitado por la degradación del material, que ya está bastante curtido y opacado.

Razonablemente alejada y separada por un conjunto de cristales para amortizar el ruido, la piscina para niños.

Sin dudas, mi lugar preferido de esta propiedad, y el ideal para pasar el tiempo. Impagable estar nadando con esas vistas maravillosas del skyline de Dubai.

Y hablando de vistas… Vista se llama justamente el bar de la planta baja del hotel, un sitio apto para casi todo público, a diferencia de su hermano mayor el Eclipse Bar de la planta 26 que era notablemente más picante.

El Vista Bar & Terrace esta ubicado al fondo del lobby y dispone de una variedad de bebidas importante. Este es el salón principal, y detrás puede verse la terraza, donde por la noche la gente se junta a fumar narguileh.

Dispone de tres o cuatro setups diferentes para sentarse. Un par de barras con taburetes, las típicas mesitas de bar, un par de sofás y seis booths circulares mucho más reservados.

Ya de noche fui a visitar el Eclipse Bar de la planta 26, del que se comentaba que tenía unas vistas fantásticas de la ciudad.

Como decirlo sin ofender a nadie… desde el momento en que pones un pie fuera del ascensor en esa planta, te das cuenta de que estas yendo indefectiblemente hacia un cabarulo. Este es el pasillito que te conduce hasta la minúscula puerta de acceso al bar, que por otra parte es negra y no puedes abrir manualmente.

Tienes que presentarte ante un empleado que hay fuera, y el se encarga de accionar la apertura a través de un mecanismo eléctrico. Gran táctica pirata para filtrar el acceso sorpresivo de visitas indeseadas.

Entré al Eclipse, del que no tengo ninguna foto por dos motivos. El primero, porque hay tan poca luz que jamás hubiera logrado una imagen decente y la segunda, y quizás la más importante, porque no tenía ninguna intención de aparecer al día siguiente enterrado en el desierto.

Regresé al Vista Bar a tomarme un vino y fumarme un cigarrito antes de regresar a la habitación.

Terminé la jornada con un largo baño de inmersión, y tirado en la cama mirando la TV comiendo los chocolates Valrhona que me habían sobrado del vuelo.

Muy poco serio.

A la mañana siguiente, la clásica foto favela chique, en la que me gustaría destacar el impecable estado de la habitación.

A quienes se pregunten por que motivo hay una tela colgada y una toalla tirada en el suelo a la derecha de la imagen, pueden dejar sus apuestas en los comentarios ????

Reservé este hotel con dos vouchers gratuitos que obtuve a través de la promoción de IHG que otorgaba una noche gratis por cada dos estadías en algún hotel de la cadena.

Conclusión:

Me encantó el Intercontinental Festival City. Desde el momento en que hice el check-in hasta que abandoné el hotel, todo el personal mostró un trato y predisposición impecables, que facilitaron varios aspectos de mi estadía, entre ellos el early check-in a las 7am.

La habitación me resultó muy cómoda, la piscina impecable y el buffet del desayuno bestial. Además, el hecho de que esté disponible hasta las 11:30am es un gran plus que puede incluso ahorrarte el almuerzo.

La ubicación es algo apartada del centro, pero estas pegado al Festival City Mall, un inmenso complejo repleto de tiendas, restaurantes, cafés y hasta supermercado. Podrías sobrevivir meses allí sin necesidad de subirte a un coche.

Aprobadísimo.