SUMARIO DEL VIAJE:
Reporte: British Airways Business Class B777 , Londres-Buenos Aires
Reporte: Amex Centurion Lounge, aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires
Reporte: Tour por el interior del Boeing 747-8 de Lufthansa
Reporte: Lufthansa First Class B747-8 Buenos Aires-Frankfurt
Reporte: Hotel Radisson Blu Berlin, Alemania
Reporte: Sala vip Junkers, aeropuerto de Schönefeld, Berlin
Intro:
Sentirte como en casa en la primera clase de Lufthansa es una pésima noticia para tu economía y tu balance de millas, así que intento luchar con todas mis fuerzas contra ella, con resultados dispares (?)
Los lectores habituales del blog saben que me encanta su producto, que he evaluado varias veces en profundidad a lo largo de este año, así que hoy os propongo ahorrarnos los detalles e ir directo a los bifes, o al grano, dicho de manera más formal.
Una hora después de realizar un tour completo por todas las clases y rincones del Jumbo 747-800 gracias a una gentil invitación de la compañía, embarqué nuevamente en este magnífico avión para volar rumbo a Frankfurt, desde donde conectaría a Berlín, mi destino final.
El vuelo:
Lufthansa (LH) LH511
Buenos Aires (EZE) – Frankfurt (FRA)
Avión: Boeing 747-8
Asiento: 3K (First Class)
Horario salida/llegada: 04:57PM – 10:24AM
Duración: 12:27hs
Mi elección fue nuevamente el 3K, último asiento de la cabina sobre la derecha, y mi preferido en el 747-8.
El embarque fue una brisa. Fui recibido en la puerta 1L por una simpatiquísima azafata que ahora se pasea por la cabina con una botella de champagne en la mano, y me mira como dando por hecho que no voy a rechazar una copa.
Y no se equivoca. Nadie declina una copita de Pommery Cuvée Louise 2002 helada con nueces de macadamia. Aún no ha nacido el valiente.
En el apoyapiés del asiento me esperaban un par de pantuflas, el amenity kit de Braun Buffel, y el pijama de Van Laack.
Otra vez me quedé sin mi kit de Rimowa, que es ofrecido de manera estacional, y solo durante un breve período del año.
Los productos del amenity kit eran los habituales de Lufthansa, incluyendo la máscara de ojos más cómoda de la industria.
Éramos solo dos pasajeros en first, por lo que la atmósfera era favorable. No voy a decir que la sensación es exactamente la misma que cuando eres el único pasajero de la cabina, pero casi.
Hice algunas fotos para que puedan apreciar la dimensión bestial que tiene este asiento convertido en cama.
Pronto cerramos puertas e iniciamos el taxi hacia la pista, pasando al lado de un B777 de Air France y un A340 de Aerolíneas Argentinas, con el particular livery de Skyteam.
Mientras despegábamos empezaron a caer algunas gotas de lluvia, pero pronto atravesamos una fina capa de nubes y la cabina se llenó nuevamente de luz.
La tripulación inició el servicio rápidamente, apenas media hora después del despegue. Soy incapaz de cenar a las 5:30pm, así que acepté una copa de vino y un entremés, y avisé a la tripulación que cenaría alrededor de las 9pm.
La toallita húmeda caliente con el pétalo de rosa, un clásico de Lufthansa.
Para beber elegí sin dudar el vino tinto LFE900 2009 que me había flipado en mi útlimo vuelo con Lufthansa del mes de mayo.
Confirmé todas las cosas positivas que dije sobre él entonces, y prolongué este idilio que estoy viviendo últimamente con los vinos chilenos.
El amuse bouche consistía hoy en dos pequeñas gambas marinadas, con kiwi y mango.
Antes del despegue el comandante se había dirigido a los pasajeros a través de la megafonía, y había anunciado una ruta con tiempo muy tranquilo y especificó: sin turbulencias. Lo recuerdo porque en el momento me sorprendió una afirmación tan contundente tratándose de un vuelo transatlántico de 13 horas.
Basta solo ver mi copa de vino para confirmar que el capitán no era precisamente Nostradamus. La subida fue picante hasta bien entrados en cielo brasilero.
Esta maravilla de atardecer se veía desde el lado izquierdo del avión, así que me mudé al 3A para poder contemplarlo, y allí estuve hasta que el sol desapareció completamente en el horizonte.
Ya de noche, y con un par de copas de tinto entre pecho y espalda, regrese a mi asiento original en donde me puse a curiosear el fabuloso sistema de entretenimiento de la compañía, que posee más de 100 películas y series.
La tripulación armó mi cama en el 3G, el asiento al otro lado del pasillo, un lujo extra que puedes permitirte cuando la cabina no está llena.
De esta manera dispones de tu asiento permanentemente para comer, mirar películas o trabajar, y tienes tu cama siempre lista para cuando quieras descansar.
El colchón, la almohada y el duvet son increíbles. La cama de primera clase de Lufthansa está, a mi juicio, entre las tres mejores de los cielos, peleando el podio con la de Cathay, la de Singapore y la del apartamento de first class de Etihad.
A esta altura mi único vecino estaba terminando de cenar así que pronto bajaron las luces de la cabina, y las LED se encargaron del resto del show.
Empecé a tener algo de hambre cuando sobrevolábamos el norte de Brasil, a la altura de Fortaleza. Me acomodé en el asiento, respiré hondo y pedí la cena.
El menú:
La carta de vinos:
Iba a saltarme el caviar, pero el amigo @RideInJ me amenazó por Twitter si lo hacía (yo estaba online gracias al servicio de wifi que proporciona Lufthansa), así que ahí va, a su salud!
La presentación es simple y contundente. Acepté el huevo y la crema ácida, rechacé los blinis y la cebolla.
Inmediatamente después llegó el trío de entradas. Desde abajo hacia arriba: lomo relleno con verduras, ensalada caprese con pesto, y gambas marinadas con tomate, estas últimas realmente fabulosas.
De plato principal opté por el lomo rebozado en champignones con salsa marsala, pudin de maíz y puré de calabaza.
Muy bien. Quizás el punto demasiado justito para mi gusto, pero combinó tremendamente bien con el vino.
Y finalmente los dulces. Mi elección fue esta deliciosa porción de torta de chocolate en salsa de naranja y frambuesas, que habría sido más que suficiente…
Pero me ofrecieron probar también el sambayón, y le metí algún cucharazo.
Estaba tan lleno a esta altura que rechacé todo lo que me ofrecieron a continuación, incluyendo los quesos, chocolates y licores.
Cuando terminé de cenar estábamos en medio del atlántico, a no más de seis horas de Frankfurt, y yo con algo de sueño. Abandoné el 3A y directamente me zambullí en el 3G.
La cama es un placer, y a 10.000 metros de altura un auténtico lujo.
Dormí unas 4 horas profundamente, y me desperté. Evalué la posibilidad de volver a dormirme, pero faltando poco más de dos horas para aterrizar preferí activarme y poner al día algunos emails y trabajo que tenía pendiente de las últimas semanas de los últimos días.
Pedí un surtido de quesos y un agua mineral con gas, para recuperar fuerzas e ir entrando en clima.
Mi vecino de cabina estaba ya despierto también, así que a la media hora iniciaron el servicio de desayuno. Los fríos se disponen en un carrito que desfila por la cabina, y desde el que uno va eligiendo, mientras que las opciones calientes se ordenan directamente a la tripulación.
Menú desayuno:
Mi elección es siempre clásica, sin tonterías: ristretto, zumo de naranja, frutas frescas, un croissant y un yogurt natural, al que le añadí salsa de frambuesas.
Es tan maravillosamente reconfortante un desayuno como este al final del vuelo, con esta luz, en esta cabina… La pregunta es: como se vuelve de esto?!?
Mientras recogían el desayuno, el purser se acercó a despedirse y a consultarme mis impresiones sobre vuelo y el servicio. Destaqué el gran trabajo de la tripulación, que es algo que suelo hacer siempre que corresponde.
Descendimos sobre Frankfurt. La mañana era soleada, aunque con algo de bruma. Nada que empañe siquiera mínimamente la belleza y los colores de los campos alemanes durante el verano.
Aterrizamos media hora antes del horario programado, ampliando a más de tres horas el tiempo de tránsito hasta mi vuelo a Berlin. Me fui non-stop hasta el First Class Lounge en la terminal A.
Muy cerca de la puerta A13, se encuentra el acceso a la sala.
Lufthansa vuela entre Frankfurt y Berlin prácticamente cada hora, así que cuando entré al lounge le pedí a uno de los empleados de la compañía si podía ubicarme en el vuelo previo, a lo que accedió amablemente.
Esto me dejaba una horita de margen, lo suficiente para un buen baño, un ristretto y un cigarrito.
Pero vamos por órden, lo primero que necesitaba era un buen baño reponedor. Solicité un cuarto de baño con jacuzzi (algunos tienen solo ducha) que por suerte estaba disponible.
Sales de baño aromatizadas, Samba pa ti de Santana sonando en el móvil y quince minutos de inmersión me dejaron como nuevo.
Al salir pasé por el buffet a curiosear, pero la verdad es que no tenía nada de hambre después del desayuno que había tomado a bordo.
Al final, solo me tomé un ristretto acompañado por un cigarrito en el Cigar Lounge. Y abro la polémica: Alemania es el país del mundo en dónde mejor café se sirve fuera de Italia.
Vengan de a uno!
Sobre las 12:20hs me dirigí al gate G11, prácticamente pegado al lounge, en donde embarque en este bonito A321 rumbo a Berlin. Un par de fotitos que resumen este cortísimo vuelo de apenas 45 minutos.
Interesante servicio de almuerzo, contundente.
Aterrizamos en una soleadísima Berlin, a dónde yo no venía desde hace algunos años, alrededor de las 2pm.
Desembarqué rápidamente y me fui a esperar mi maleta en la cinta pegada al gate, donde me causó mucha gracia encontrarme con este cartel, que dice tanto sobre Berlin.
Quizás sea la única ciudad en Alemania donde este cartel puede permanecer así indefinidamente. En cualquier otra hubieran tardado menos de 5 minutos en arreglarlo 🙂
Was?! Das glaub ich nicht!
Conclusión:
Vuelo excelente una vez más, es difícil encontrar críticas para este servicio. Sólo podría arruinarlo una muy mala tripulación, cosa que sucede raramente la primera de Lufthansa.
Las tripulaciones que vuelan first a Buenos Aires suelen ser bastante experimentadas ya es una ruta muy solicitada por ellos, y los destinos la compañía los otorga, entre otros factores, en base a la antiguedad.
Por que les conviene? Es un vuelo que suma muchas horas (ellos tienen que volar un mínimo de X horas al mes), tiene una pausa para descansar de más de 4 horas, duermen dos noches en destino, y al regresar tienen 5 días off.
Además, en su tiempo libre en Buenos Aires hacen este tipo de cosas! 🙂
Mi vuelo hoy contó con la singularidad de haber podido visitar y recorrer todo el avión antes del embarque, lo que hizo que la experiencia global del viaje fuera memorable.
Volvería a elegir Lufthansa para mis viajes? Por supuesto, particularmente en esta ruta dónde considero que no tiene rival.
20 comentarios
Impresionante! Es verdad que el producto ayuda. Pero tu relato es impecable. Detallista pero no en exceso. Descriptivo pero medido. Intercala comentarios humorísticos con fotos muy buenas. Placer leerte!
Grande Juano, muchas gracias! En realidad no es un mérito, es que si me pongo detallista otra vez con el producto de Lufthansa me van a tirar tomates! ?
Tenemos que armar un RTW twittero, claramente!
Abrazo fuerte!!!
Muy buen reporte y se ve siempre un servicio súper homogéneo por parte de LH en F. Dan ganas.
Un saludo
Gracias Fer!
Si, la verdad es que si hay algo que tiene Lufthansa es la consistencia de su servicio. Esto es una tranquilidad extra a la hora de decidir volar con ellos.
Un saludo!
Ya lo conocía por tus anteriores reportes, y veo que mantienen el standard. Pero deberían aprender de BA, que siempre esta «mejorando» su servicio en todos los aspectos!
Estoy esperando que LH se pase a OneWorld para probarlo! 🙂
Creo que el tema Oneworld esta en tratativas :p
Ojo que acostumbrado los «enhancements» permanentes de British, Lufthansa te va a parecer demasiado previsible :p
Un abrazo grande, Mr Sarco!
Qué bueno Hernan, no hago comentarios elogiosos por que creo que ya son demasiado obvios ! Pero impecable como siempre, pregunta ya que el precio de esta ruta en esa clase es intimidatorio, cuantas millas invertis de tu cuenta para ese tramo ? Lo de OW es cierto ? Hay alguna posibilidad ?
Abrazo y felicitaciones como siempre !!
Querido Pepe! El precio de este billete ni siquiera lo se, pero desde luego poco accesible.
Yo volé con Lifemiles de Avianca, en donde puedes reservar premios one-way y que normalmente requieren 115.000 millas + tasas (unos U$150 desde BA) por trayecto en esta ruta. Por algún motivo lo estaban ofreciendo a precio de business, que son 95.000 millas + tasas.
No es poco dinero, pero al precio en que Lifemiles vende sus millas en promoción (Ejemplo: https://ultimallamada.com/1868-2/ ) estarías pagando menos de U$1.500 por este trayecto, o U$3.000 ida y vuelta. Fijate lo que cuesta desde BA un billete en business en cualquier compañía y echa números…
Además la venganza del sublo es terrible! ???
Abrazo grande!
Abrazo!
Parece que el rumor va ganando la calle… ! Hasta dónde llegará?
Ahora entiendo tu consejo de empezar a sumar en Avianca, cosa que haré sin dudas ! Es una ganga realmente comparado con el precio del boleto, te diría que de la mejor relación que he visto. Me has entusiasmado a por Avianca muchas gracias .
Sublos al ataque !
Saludo !!
Nunca creo que voy a tener el dinero de volar en First Class, pero me lo imagine todo! Gracias por el aporte, un argento viviendo en Budapest.
saludos.
Hola Santiago! Yo tampoco creo que lo tenga nunca 🙂 pero siempre puedes tener millas.
Realmente no es impensable, business mucho menos. Yo vuelo con Iberia desde Europa a Buenos Aires en business por menos de 700€ ida y vuelta con Avios.
En el buscador del blog escribe Iberia Plus y encontrarás data al respecto!
Saludos amigo!
Mucha envidia como siempre Hernan. Da gusto ver como los alemanes cuidan a sus clientes. Y no solo en la first. También en el resto de las clases.
Y si vuelves a volar en el Jumbo piensa que puede que vueles en una pieza única. Según todo lo que se oye. Boeing en breve va a comunicar oficialmente que deja de fabricar su icono. Ahora mismo entregan uno al mes y a partir de septiembre fabricara uno cada dos meses. Lo que hace prácticamente insostenible el continuar con la producción. Y mucho menos su desarrollo a otras versiones.
Así que doble razón para volar con Lufthansa.
Que sepas que me das mucha mucha envidia.
Un saludo viajero.
Manu querido, cada vez que pongo un pie en el jumbo lo pienso! Asi tendre algo que contarle a mis hijos :p
Ahora British esta renovando los interiores de los suyos, así que entre los 744 restantes y los 747-8 tendremos jumbo por un rato aún en Europa. Pero sí, todo indica que serán los últimos. Ahora o nunca!
Abrazo grande!
Impecable como siempre la reseña.
Lo que más me llevo sin embargo es tu acertadísimo comentario sobre el café en Alemania. Yo nunca estuve en Italia (aún) y siempre que comento que el mejor café lo tomé en Alemania recibo ataques devastadores jaja. Ahora sé que al menos no soy el único que piensa esto.
Un abrazo,
Olvidate, no saben nada ?
Si un día le encuentro contexto, voy a publicar algo sobre el café en alemania. Tengo como 30 fotos de diferentes cafés en media Alemania, el 80% excelentes. Italia es único, olvidate, no existe compararlo con nada. Ellos hacen el café con amor, pero los alemanes tienen buen grano, buenas máquinas, y una precisión total para el calibrado y cuidado de las mismas.
En un bar italiano en Alemania, por ejemplo, es dificilísimo no tomar un buen café.
Abrazo Seba!
La mejor crítica de vuelo que leí. Lejos. Y volar en la reina es HER-MO-SO. Yo tengo pendiente mi reporte devuelo FRA-EZE pero no tiene nada que ver con esto. Ni siquiera fue en PRemium Economy. Estaba en el fondo, acompañado de todos los lumpen (?)… ¡Abrazo genio!
Te juro que la frase «en el fondo con los lumpen me hizo reir un rato. Me hiciste acordar a Moria! ?
Por otro lado te agradezco la exageración absoluta que acabás de cometer. A mi me alegra ya el hecho de que te tomes el tiempo de leerla, así que imaginate lo contento que me pone saber que además te divierte.
Abrazo grande Leo, gracias por el buen rollo!
Sr. Hernan, es increible su relato! Que gozo! Casi viaje con Usted, jajajajajaja, me vi hasta en mi cama acostado durante el viaje, jajaja. Fue una pena que rechazara los blini, son extremadamente ricos y acompanados de «smetana» (crema acida) mucho mejor! Es genial su relato de este viaje, gracias por compartirlo. Suerte
Hola Eddy, muchas gracias por tu comentario! Me alegra que hayas disfrutado del relato, a fin de cuentas es la única intención y la mayor satisfacción para mi.
Un saludo!