SUMARIO DEL VIAJE:
– Reporte: Hotel MOXY Aeropuerto de Munich, Alemania
– Reporte: Business Lounge de Lufthansa en el Aeropuerto de Munich
– Reporte: Business Class Lufthansa A330 Munich-Toronto
– Reporte: Maple Leaf Lounge de Air Canada en el Aeropuerto de Toronto
– Reporte: Business Class Air Canada A320 Toronto-San Francisco
– Reporte: Hotel Park Central San Francisco, USA
– Reporte: SkyClub de Delta en el Aeropuerto de San Francisco
– Reporte: Clase Económica de Delta E-175 San Francisco-Los Angeles
– Reporte: Hotel Travelodge Santa Monica Los Angeles, USA
– Reporte: Tren Amtrak Surfliner de Los Angeles a San Diego
– Reporte: First Class de Virgin America A320 San Diego-San Francisco
– Reporte: Hotel Hyat Regency Aeropuerto de San Francisco, USA
– Reporte: Business Class de Air Canada B787-900 San Francisco-Toronto
– Reporte: Business Class de Air Canada B777 Toronto-Munich
Fui el último pax en embarcar en la cabina de Business Class de Air Canada, porque me quema un poco pasar tantas horas arriba de un avión de fuselaje angosto, así que cuanto menos tiempo inútil pase a bordo, mejor.
Cinco horas en este tipo de avión son el pan nuestro de cada día en USA y Canadá, en donde la distancia más corta entre sus costas es de 3.400km, pero roza mi límite de tolerancia.
Mientras embarcaba pensé en hacerle un chistecito al capitán, pero temí que no fuera a entender mi humor latino y me costara una noche en la comisaría…
Resulta que un par de meses antes, este mismo vuelo (AC759) se hizo célebre porque estuvo a punto de aterrizar sobre una pista de rodaje del aeropuerto de San Francisco, en donde había cuatro aviones esperando su turno de despegue.
Básicamente, los pilotos alinearon el avión hacia la pista equivocada, y no terminó en catástrofe de milagro. Me mordí la lengua y pasé de largo.
El Vuelo:
Air Canada (AC) AC759
Toronto (YYZ) – San Francisco (SFO)
Avión: Airbus 320
Asiento: 1F (Domestic First Class)
Hora de salida programada: 8:55pm / Salida real: 9:57pm
Hora de llegada programada: 11:25pm / Llegada real: 11:56pm
Duración: 04:59hs
Mi asiento inicial era el 1F, el primero sobre la derecha de la cabina. Lo interesante de la primera fila en este tipo de aviones es que, al no tener asientos delante, el espacio para las piernas es mayor que en el resto.
La configuración de esta primera clase doméstica es 2-2, con cuatro filas del lado izquierdo y cinco del derecho.
Estos asientos llevan muchos años instalados, pero se mantienen en buen estado y son cómodos, aunque apenas se reclinan.
La partida del vuelo terminó demorándose unos 45 minutos. Uno de los motivos puede haber sido el catering, que estuvieron subiendo durante un largo rato. Por un segundo me pareció que uno de sus empleados me miraba demasiado fijo ????
A ojo de buen cubero, calculo que el vuelo debía ir a un 50% de ocupación. En first class había 7 pasajeros para 18 asientos disponibles y, aunque parezca mentira, cuando terminó el embarque un tipo se levantó de su asiento y se me sentó al lado…
Hay que tener ganas de sentarse con un desconocido durante cinco horas en una cabina en la que todos pueden tener su par de asientos privados!
Me levanté cortésmente y me fui a la última fila de la cabina, que estaba vacía.
Al rato pasó la tcp repartiendo botellitas de agua y unos auriculares, muy precarios.
El sistema de entretenimiento de la business class de Air Canada en este avión es un poco antiguo y tiene una selección reducida de contenido, pero cumple con su cometido.
Hay internet disponible con varios tipos de tarifas y valores. No lo utilicé, pero digamos que en un vuelo de estas características la más rentable era la de 12,50€ por toda la duración del vuelo.
No está mal el precio, a menos de 3€ la hora.
Todavía en tierra aproveché para visitar el lavabo, que a diferencia de la cabina sí empieza a evidenciar un claro deterioro y parece que tuviera una suciedad endémica a esta altura.
Eventualmente hicimos el pushback, y después de un largo rodaje hasta la pista despegamos rumbo a San Francisco.
Antes de que se apague la señal de cinturones abrochados el comantante dió el release a la tripulación, que empezó a preparar el servicio. La tripulante que se ocupó de la cabina era una ma-ra-vi-lla, e hizo todo lo que estaba a su alcance por dar el mejor servicio posible dentro del marco de limitaciones en el que tuvo que realizarlo.
Elegí para el aperitivo un gracioso blend chileno llamado Santa Rita Secret Reserve 2015 que acompañé con el mix de nueces templadas.
Sigue mi idilio con los vinos chilenos, de los que soy muy fan.
El cambio a la última fila me costó la elección de mi plato principal, ya que los pedidos se toman de adelante hacia atrás, y cuando la tpc llegó a mi fila para preguntarme que deseaba comer ya no había carne ni salmón disponibles: solo pollo o ravioles.
Lo que me lleva a preguntarme: para que tener un menú con cuatro alternativas (una exageración para un vuelo de estas características) si con solo siete pasajeros a bordo se te acaban las opciones? No es mejor tener solo dos, por ejemplo, y no dejar la sensación de un servicio deficiente? Digo…
MENU:
Air Canada tiene, por que negarlo, un problemita importante en el catering. No solo porque ofrecen cuatro opciones de las que suben solo una de cada sino porque, además, la calidad del producto no es buena. Para rematarla…. olvidaron subir el postre!
De entrada vino una Caesar salad polémica, que incluso la azafata me describió como «una especie de Caesar salad»
Y de plato principal terminé eligiendo el pollo, simplemente porque jamás eligiría pasta a bordo.
Como no subieron postres al avión (?) solo había chocolates disponibles.
Durante todo el trayecto quedó montado en el galley este pequeño bar con algunos dulces y snacks a disposición de los pasajeros.
Además la tcp, lejos de desaparecer todo el vuelo y esconderse en el galley trasero, algo muy habitual en las tripulaciones americanas, estuvo permanentemente atenta a la cabina y a las necesidades de los pasajeros.
Impecable, lo mejor de la experiencia por mucho.
El resto del vuelo transcurrió sin mayores novedades, aproveché para poner al día trabajo atrasado, beber unas copitas de vino y hacer una mini siesta, porque en Europa eran ya las 6am y todavía estaba con el horario de casa.
Durante el trayecto recuperamos algo del tiempo perdido, y aterrizamos en San Francisco con 30 minutos de retraso.
Conclusión:
Seguramente no le hablaré algún día a mis nietos sobre este vuelo, sin embargo fue una noche de la que podría haberme llevado peores sensaciones si no fuera por el extraordinario trabajo de la tcp, que compensó todas las deficiencias del estado del avión y del catering. Una buena tripulación puede obrar milagros.
Es justo decir también que este vuelo fue en Octubre, y que desde entonces he volado tres o cuatro veces más en la business class de Air Canada y he tenido mucho mejor catering y aviones en buen estado, pero creo que los A320, muchos de ellos con más de 20 años de servicio, están ya para dar un paso al costado.
Alguien tuvo oportunidad de volar en la business class de Air Canada? Que sensaciones les dejó?
4 comentarios
Muy buen post, gracias por compartirlo
saludos
Nicolas
Gracias Nicolás, saludos!
Había leído historias de terror con el catering en aerolíneas Norteamericanas y esa ensalada cesar no se queda atrás. Yo la hubiera dejado del disgusto.
Concuerdo que cinco horas en un A320 es demasiado y mas aun en business (al final en Y el asiento es similar independientemente del avión). Felizmente la tripulación estuvo atenta en rellenarte el vino y pudo mejorar la experiencia!
Saludos!
«Sort of a Caesar salad» Creo que la definición de la tcp no admite muchos comentarios!
Y sí, creo que si tuviera que poner un límite de tiempo de vuelo en un medium body te diría 5 horas, y adelante. Atrás un par de horitas menos.
Esto es lo que me aleja siempre de COPA, excepto volando dentro del caribe o en aeropuertos relativamente próximos a Panamá.
Saludos Jose!