Mi última experiencia en la clase económica de Delta había sido en algún momento entre 2007 o 2008 en un vuelo desde Madrid a New York, del que el único recuerdo que conservo es que mi compañera de asiento hablaba mu-chí-si-mo.
Últimamente viajé con ellos en un par de oportunidades, en la first class doméstica del Embraer 170 desde Denver a Los Angeles, y otra en la business class del B767 desde New York a Amsterdam.
Buscando alternativas para volar desde San Francisco a Los Angeles, y con un puñado de millas del programa Smiles a punto de caducar, hice una discutible inversión por este trayecto de 13.000 millas + 5€ de tasas.
Honestamente me salía más rentable pagar el valor regular del billete, ya que esta es una ruta con precios muy competitivos (se pueden encontrar fácilmente tramos por U$40) pero preferí liquidar las millas de Gol que me vencían pocas semanas después.
SUMARIO DEL VIAJE:
– Reporte: Hotel MOXY Aeropuerto de Munich, Alemania
– Reporte: Business Lounge de Lufthansa en el Aeropuerto de Munich
– Reporte: Business Class Lufthansa A330 Munich-Toronto
– Reporte: Maple Leaf Lounge de Air Canada en el Aeropuerto de Toronto
– Reporte: Business Class Air Canada A320 Toronto-San Francisco
– Reporte: Hotel Park Central San Francisco, USA
– Reporte: SkyClub de Delta en el Aeropuerto de San Francisco
– Reporte: Clase Económica de Delta E-175 San Francisco-Los Angeles
– Reporte: Hotel Travelodge Santa Monica Los Angeles, USA
– Reporte: Tren Amtrak Surfliner de Los Angeles a San Diego
– Reporte: First Class de Virgin America A320 San Diego-San Francisco
– Reporte: Hotel Hyat Regency Aeropuerto de San Francisco, USA
– Reporte: Business Class de Air Canada B787-900 San Francisco-Toronto
– Reporte: Business Class de Air Canada B777 Toronto-Munich
El Vuelo:
Delta Airlines (DL) DL4803
San Francisco (SFO) – Los Angeles (LAX)
Avión: Embraer 175
Asiento: 19D (Eco)
Hora de salida previsto: 2:50pm / Real: 4:26pm
Hora de llegada previsto: 4:25pm / Real: 5:27pm
Duración: 01:01hs
Con un retraso de 90 minutos por causas no reveladas, que por suerte pude amenizar en el precioso SkyClub Lounge, anunciaron el embarque.
El vuelo fue operado por un E-175 que tenía instalados los nuevos asientos, y les voy a confesar que quedé bastante sorprendido por aspecto de la cabina en general, y por el cambio notable que representa en comparación a la anterior. Aproveché para fotografiar las tres clases que presenta este modelo.
La first class tiene un total de 12 asientos distribuidos en cuatro filas, cada una de ellas con un par de ellos del lado derecho del pasillo y uno individual del lado izquierdo.
Estos últimos son, por lejos, los mejores de todo el avión. Hay solo cuatro.
Inmediatamente detrás la nueva Comfort+ de Delta, cuyos asientos presentan mejores acabados que los de turista y bastante más distancia entre filas.
Finalmente, la clase económica. El asiento es razonablemente cómodo, con algunos centímetros de espacio por encima de la media europea (las filas tienen 5 cm más de distancia entre sí que en el A320 de Vueling, como referencia) además de apoyacabeza regulable.
Elegí ventanilla sobre el lado derecho del avión (el 19D, concretamente) un aspecto clave en un vuelo como este que bordea toda la costa del Pacífico y es tremendamente escénico.
El vuelo iba full total, al 100%
Hubo hilo musical hasta el cierre de puertas y mensaje por megafonía del capitán disculpándose en nombre de la empresa por el retraso.
Lo cierto es que en el momento exacto en el que hacíamos el pushback deberíamos haber estado aterrizando en Los Angeles. Paciencia.
Despegamos bordeando el centro de la ciudad y nos alineamos paralelos a la costa rumbo hacia la Bahía de Monterrey.
Delta ofrece acceso a internet via wifi en este avión con varios tipos de planes: diarios, por vuelo o por hora.
En un vuelo como este, evidentemente el plan horario es el único que tiene algún sentido.
Sin embargo Delta ofrece un servicio de mensajería gratuito (fuerte ese aplauso!) que soporta Facebook Messenger y Whatsapp, por lo que estar en contacto a través de estas aplicaciones no tienen ningún costo.
El servicio consiste en una bebida y un pequeño snack, en mi caso un mix de nueces y frutos secos.
No hubo tiempo para mucho más antes de empezar a descender rumbo a Los Angeles, que es una de las aproximaciones urbanas que más disfruto.
La inmensidad de Los Angeles es impactante desde el aire. Tengo un particular afecto por esta ciudad y siempre es una buena noticia volver a visitarla.
Desembarcamos rápidamente en la terminal 2. No tenía maleta despachada, así que en pocos minutos estaba arriba del shuttle rumbo la oficina de Avis en donde retiraría mi coche.
Por cierto, la ciudad era un infierno, con 39 grados de máxima que variaron poco y nada durante los tres días que estuve.
Conclusión:
La verdad es que tuve un muy buen vuelo con Delta, compañía que en general no es santa de mi devoción. Verdaderamente, el único aspecto criticable fue la demora.
El nuevo diseño de cabina de Delta representa una inmensa mejora respecto al anterior, y aunque tenía referencias me impactó bastante el cambio. Quedé muy conforme con el producto en líneas generales, y positivamente sorprendido.
Por último, que lindo avión que es el Embraer 175! Perfecto para vuelos de esta duración. Siempre me agrada viajar en ellos, al igual que en sus hermanos mayores E190/195.