Cuando finalmente abandoné el Maple Leaf Lounge de Air Canada y llegué a la puerta de embarque B46 había un lío descomunal de gente.
Esta puerta está en un extremo de la Terminal 1, muy pegada a otras cuatro (B44, B45, B47 y B48, concretamente), y cuando se solapan dos o tres vuelos se amontonan allí muchísimas personas.
Fue más difícil abrirme paso hasta el gate que el embarque mismo, que fue bastante ordenado y expeditivo a pesar de que el vuelo iba full.
El Vuelo:
Air Canada (AC) AC877
Frankfurt (FRA) – Toronto (YYZ)
Avión: Boeing 787-9
Asiento: 8K (Business Class)
Hora de salida: 5:26pm
Hora de llegada: 7:38pm
Duración: 8:12hs
Sumario del Viaje:
Reporte: Hotel Hilton del Aeropuerto de Frankfurt, Alemania
Reporte: Maple Leaf Lounge Air Canada Aeropuerto de Frankfurt
Reporte: Business Class de Air Canada B787-9 Frankfurt-Toronto
Reporte: Hotel Sheraton del Aeropuerto de Toronto, Canadá
Reporte: Clase Premium Rouge (Air Canada) B767 Toronto-Cancún
Reporte: Grand Palladium Colonial Resort & Spa Akumal, México
Reporte: Primera Clase de United Airlines B737 Cancún-Newark
Reporte: Polémica estadía en el Hotel Hilton de Newark, USA
Reporte: Business Class Polaris de United B767 Newark-Barcelona
BUSINESS CLASS DE AIR CANADA B787
En este reporte les hablaré más que nada del servicio, ya que de la cabina y los asientos de business class del Boeing 787-9 lo hice largo y tendido en la reseña de mi vuelo con Air Canada entre San Francisco y Toronto.
En cualquier caso se trata de una cabina bonita y espaciosa, con un total de 30 asientos distribuidos con una configuración 1-2-1, ocho individuales a cada lado de la cabina y siete pares en el centro.
A pesar de mi manía por volar en el último asiento de la cabina, en mi vuelo anterior lo había hecho en el 7K porque el 8K ya estaba ocupado. Hoy sí tuve oportunidad de reservarlo a tiempo.
Atención: tanto a la fila 8 como a la 5 les falta una ventanilla (el resto de filas tiene dos).
Aclaro esto porque es un detalle relevante, pero durante un vuelo 100% nocturno a mi me da exactamente igual ya que poca cosa miraré fuera.
En cada asiento esperaban el menú, el amenity kit y una botella de agua mineral.
Además de una almohada y un edredón.
Al otro lado del pasillo, en el 7G, viajaba mi pequeño heredero (?)
Y su tigre Tiger, por supuesto.
Mientras tanto repartieron las bebidas de bienvenida, en mi caso una copita de Drappier Carte d’Or Brut.
Tuvimos algo de demora en la partida, tiempo que aprovechó la tripulación para recoger las órdenes para la cena.
La tcp a cargo de mi pasillo era una cubana absolutamente encantadora que hizo mi vuelo mucho más agradable, no solo por su carácter y buena predisposición, sino porque además mi hijo podía comunicarse en español con ella y me liberaba de tener que traducir todo el rato.
El Boeing 787-9 de Air Canada ofrece tres lavabos a sus 30 pasajeros de business class, uno de ellos en la parte delantera (al lado del cockpit) y otros dos en la parte trasera al lado del galley que divide business class de premium economy.
Son sencillos, pero relativamente amplios y están en impecable estado.
Finalmente despegamos rumbo a Toronto con 15 minutos de demora, y media hora después inició el servicio de cena con el aperitivo.
No pude resistirme a probar el cabernet franc mendocino Fabre Montmayou, que me gustó mucho, pero mucho, y un vaso de Perrier.
El menú para hoy:
Y la carta de vinos:
Como entrante una bandeja única con una pequeña ensalada verde de estación y un plato de halibut ahumado con salsa verde, rúcula y piñones.
De principal opté por el bife en salsa de vino tinto acompañado por patatas, berenjenas, calabacín y zanahorias salteadas.
La comida no estuvo mal, pero tampoco particularmente destacable. El postre lo elegí directamente del carrito que traía mi cubana favorita ever.
Una macedonia (ensalada de frutas) y unas bolas de chocolate belga, vainilla y pistaccio.
Y por supuesto un ristretto ya que Air canada ofrece café espresso, acompañado por una barra de cereales y las clásicas galletitas Biscoff de Lotus.
Cuando terminaron de recoger habíamos dejado atrás el norte de Irlanda y nos metíamos de lleno en el Atlántico norte.
Momento ideal para armarme mi cama (y la de mi hijo) e intentar dormir aunque sea un par de horitas antes de llegar a Canadá.
El asiento en modo cama es realmente cómodo, y tiene la ventaja de no angostarse demasiado a la altura de los pies.
No fueron un par de horitas las que pude dormir, quizás un poco menos.
Me resulta muy difícil dormir en este horario, acostumbrado a hacerlo de madrugada, así que volví a lo mío y pedí un plato de quesos y otra copita del cabernet franc argentino.
Que poco más tarde se transformó en snacks y gin tonic. Mi hijo dormía, yo tenía luz verde!
Poco antes de aterrizar en Toronto se realizó un segundo servicio ligero, que consistía en una ensalada de patatas con jamón y melón, y un plato con una naranja pelada cortada en gajos.
El descenso al aeropuerto Pearson de Toronto fue a ciegas. La tormenta de nieve que caía era tal, que apenas pude ver la tierra firme cuando estábamos a unos 200 metros de altura.
El aterrizaje fue extremadamente suave, sobre un blanco infinito que solo rompían las máquinas quitanieve trabajando a todo vapor para despejar las calles de rodaje.
Mis otros vuelos con Air Canada:
- Reseña: San Francisco – Toronto Business Class Boeing 787
- Reseña: Toronto – Munich Business Class Boeing 777
- Reseña: Toronto – San Francisco Primera Clase Airbus 320
Conclusión:
Tiendo a ser positivo en mis valoraciones de Air Canada, particularmente en relación a sus tripulaciones que generalmente son muy agradables (solo una vez tuve algún inconveniente) y este es un aspecto muy importante para mi a la hora de valorar.
La comida estuvo razonablemente bien, discreta, y quedé MUY satisfecho con el vino mendocino. Me quedé con ganas de llevarme un par de botellas al hotel.
La cabina de business class en el B787-9 se siente amplia y fresca, el asiento es cómodo en todas sus posiciones y bastante reservado, el sistema de entretenimiento completo y sencillo de operar y además se ofrece wifi por todo el vuelo a un costo de 14 dólares canadienses (unos 9 euros a día de hoy) que tampoco está mal.
Probaron la business class de Air Canada? Que sensaciones les dejó?
4 comentarios
Fuera de tema: dada la situación actual, estimas que habrá pronto una oferta de 50% en avios para la tarjeta Icon? Tengo previsto ir a EZE en noviembre y me gustaría comprar un business con la mitad de avios. Gracias!
La realidad es que iba a haberlo a finales de Marzo pero se canceló por la situación actual.
Desconozco de momento cuando y como lo harán.
Saludos
Pregunta… tu hijo que comio? hay comida infantil de bussines, o es la misma que turista, o comio del menu? abrazo hernan!
Mi hijo come el menú normal, pero en la mayoría de aerolíneas existe la posibilidad de pedir un menú infantil de antemano.
Generalmente lo haces directamente desde tu reserva en la web de la aerolínea o al teléfono.
Abrazo!